- No se trata de una “salida fácil”, como se comenta comúnmente en la sociedad.
- La autoprivación de la vida tiene que ver con factores físicos y sociales, explica experto.
Las políticas públicas que se necesitan en materia de prevención del suicidio y de salud mental tienen que enfocarse, primero, en eliminar los tabús que existen alrededor de la autoprivación de la vida para así poder visibilizar los factores sociales, e incluso físicos, que están detrás de la depresión y de la ansiedad, así como de otras enfermedades mentales.
Así lo consideró el doctor Roberto Bolaños, profesor e investigador en neurociencia de la Universidad Cuauhtémoc. Entrevistado por LJA.MX, mencionó que la salud, también mental, no puede separarse de lo físico. “El cuerpo y la mente no se pueden separar”, comentó, y es por ello que ahora ya también se está estudiando el proceso biológico de personas con depresión, así como el de personas que llegan a la autoprivación de la vida.
Explicó: “hay estudios de resonancia magnética funcional de un paciente con depresión, de un paciente con tendencia suicida, de un paciente con dolor crónico, de un paciente con abuso sexual, con abuso físico, y el cerebro cambia totalmente. Cambia la estructura, cambia el funcionamiento, y entonces percibimos la realidad de otra manera, y eso lo tiene que saber la sociedad”.
Roberto Bolaños consideró que las polìticas públicas para la prevención del suicidio ahora tienen que ser “integrales”, y no solamente echar mano de la psicología, sino también de estudios derivados de la neurociencia para generar un equilibrio “entre la parte bioquímica, la parte del desarrollo neurológico y la parte de incorporación cultural y cognitiva, que es la psicología”.
“Si queremos trabajar en un problema tan serio e importante y multifactorial y no predecible, tenemos que trabajar en una idea en conjunto, y la neurociencia vincula la parte física y mental, y propone estrategias para ejecutar a tratamientos o prevención en la parte física y mental. No podemos disociarlo”, añadió.
En un contexto donde la nota roja de Aguascalientes aborda frecuentemente la nota roja bajo comentarios o estructuras que enriquecen el tabú, y en donde, según datos del Inegi, en el 2021 se registraron 180 muertes por suicidio, el experto comentó que es urgente el cambio de discurso alrededor de este tema para empezar con las nuevas políticas públicas.
Por ejemplo, mencionó que un discurso común relativo a la autoprivación de la vida es referirse a ella como la “salida fácil”. No es una salida fácil. Eso es tabú. No es una salida fácil. Ese tipo de preguntas, o comentar que es la salida fácil, refuerzan el tabú”, concluyó.