Existen herramientas que son de gran utilidad para tareas específicas, así, las bombas de agua se han convertido en un básico que no puede faltar en las construcciones.
La cantidad de agua que una sola bomba de agua puede transportar no se puede comparar con la que manualmente se podría mover, además, actualmente estos dispositivos son realmente pequeños.
Ya ha quedado claro, a grosso modo, para qué sirve una bomba de agua, sin embargo, se han desarrollado varios tipos que funcionan para tareas específicas.
El concepto de una bomba de agua no es nuevo, de hecho, hace siglos el filósofo Arquímedes ideó en el siglo III una herramienta que algunos consideran como la primera bomba de agua de la historia.
Se dice que se inspiró en un artefacto egipcio que podría ser aún más antiguo, así, el Tornillo de Arquímedes tiene un diseño bastante sencillo pero eficaz.
La energía utilizada para este tornillo era completamente manual, con la ayuda de una perilla se gira el tornillo y así el agua irá subiendo por un contenedor sellado hasta la superficie.
Se dice que este método era principalmente utilizado para la irrigación de campos de cultivo y jardines, algunos investigadores de hecho mencionan que este sistema fue usado en los jardines de Babilonia.
Bomba centrífuga y periférica
Así, a lo largo de la historia la tecnología ha avanzado y ahora podemos tener bombas de agua de gran potencia, pero con un tamaño reducido y con un sonido casi imperceptible.
Cada tipo de bomba de agua puede transportar una cantidad específica de agua por minuto, algunas de ellas pueden ser sumergidas y otras deben mantenerse fuera del alcance directo del agua.
El primer tipo de bomba de agua y una de las más comúnmente utilizadas es la bomba centrífuga.
La fuerza centrífuga se da cuando un cuerpo entra en un sistema de rotación que le impide mantenerse en reposo, así pues, normalmente para aplicar este tipo de fuerza es necesario un entorno circular.
En una bomba centrífuga el motor hará girar un rotor que se encuentra en su interior y mediante la presión que el agua ejerce, esta saldrá por una boquilla a una presión alta.
La presión a la que sale el agua se da precisamente por la fuerza que el motor ejerce sobre el líquido, por ello este tipo de bombas se utilizan normalmente en cualquier tipo de construcción donde se necesite transportar el agua hacia arriba.
Ya sea para llenar un contenedor como un tinaco o para transportar agua hacia zonas de construcción elevadas, la bomba centrífuga es una opción práctica.
También se utilizan este tipo de bombas como un presurizador de agua para aumentar la presión en edificios grandes con una gran cantidad de habitaciones, como hoteles, pudiendo llegar a mover más de 100 litros por minuto.
La bomba periférica se basa en los mismos principios solo que en lugar de utilizar un rotor, se usan hélices, esto es especialmente útil para aquellos casos en los que no se necesita de una alta presión.
Bomba sumergible
Las aplicaciones para las bombas de agua son muchas y hay una para cada necesidad específica, así, las bombas sumergibles se crearon para facilitar muchas tareas.
Hay dos tipos de bombas sumergibles, la primera es utilizada para mover grandes cantidades de agua limpia y la segunda está diseñada para ser sumergida en aguas grises o negras.
La bomba para agua limpia generalmente tiene un recubrimiento de plástico, más liviano, pero no menos poderoso, pudiendo evacuar hasta 208 litros por minuto a una profundidad de 8 metros.
Esta clase de bomba es ideal para dar mantenimiento a albercas o cisternas, también para darle presión extra a fuentes decorativas.
Las bombas sumergibles para aguas grises o negras tienen un cuerpo metálico completamente sellado que le permite evacuar casi 300 litros por minuto, dependiendo del caballaje, este tipo de bomba es utilizado principalmente para la industria, rescate y para mantenimiento de drenaje.
Así, cada bomba de agua tiene sus características particulares, pero todas han sido diseñadas para aliviar el trabajo de sus usuarios y en general, hacer la vida más sencilla.
