La cannabis sativa es una planta con una gran cantidad de componentes, los cuales tienen efectos sobre el cuerpo humano. A estas sustancias se les denomina cannabinoides, los cuales son exclusivos de esta especie.
Dado que esta hierba ha sido utilizada buscando sus efectos psicotrópicos, se le ha considerado como una droga. De esta manera, se han generado varios estigmas y una serie de prohibiciones legales para su consumo.
Dentro de los cannabinoides encontramos dos que se encuentran en mayor concentración, responsables en gran medida de las sensaciones producidas al consumir cannabis. Se trata del Tetrahidrocannabinol (THC) y el Cannabidiol (CBD), los cuales actúan en el sistema nervioso.
El THC es la sustancia responsable de los efectos psicotrópicos al consumir cannabis, pues actúa en partes del cerebro encargadas de la sensación de placer, concentración y memoria. En los usos recreativos de esta planta, se utilizan cepas con mayor concentración de este componente.
Es común que la cannabis sea consumida inhalando el humo que se produce al quemarse. La preparación de esta hierba para ser fumada se conoce popularmente como marihuana, aunque puede consumirse de diferentes maneras. Esta ha sido prohibida en gran parte del mundo por ser considerada una droga; un ejemplo es México.
Entre los efectos de la marihuana podemos encontrar sensaciones de placer y relajación. Además, hay personas que experimentan alucinaciones, cambios en su estado de ánimo y en su capacidad de memorización.
La cannabis afecta también la percepción espacial y temporal, por lo que se dificulta el movimiento del cuerpo. También aumenta el apetito y la sed.
Así como ocurre con otras sustancias, la cannabis puede producir efectos negativos al ser consumida. Si bien esta sustancia es tolerada por la mayoría de las personas, hay quienes presentan mayor sensibilidad a la misma, por lo que su experiencia puede no ser placentera.
Entre los efectos negativos de la marihuana podemos encontrar náuseas y vómitos. También hay casos donde se producen sensaciones de paranoia, pánico y ansiedad, causando malestar.
En el caso de adolescentes, su capacidad de aprendizaje y memorización puede verse perjudicada. De la misma manera, se facilita la generación de una adicción, interfiriendo con otros aspectos de su vida.
La dependencia a esta sustancia puede presentarse en cualquier individuo que la consuma en exceso. Esto trae consecuencias como irritabilidad, insomnio, cambios repentinos de humor, inquietud, entre otros.
La pugna por la legalización de la cannabis implica también su regulación y consumo responsable. Es importante tener en cuenta los efectos — tanto benéficos como perjudiciales — del consumo de esta planta para tomar decisiones libres e informadas.