Simpático a más no poder, aquel personaje que la imaginería popular llamara “el canaca” en 2009, tras la amplia difusión que el video de su detención por un hecho de tránsito, generara.
Reclamaba entonces, el canaca que tras su detención se le hubieran sustraído cincuenta mil pesos que decía portar. También, alegaba el canaca lo amarraron como puerco en un abuso policial, que, indignado denunciaba el famoso personaje. Una década después, el cananca fallecía en un hecho paradójico: un accidente de tránsito.
Treinta y cinco mil. Poco más de tres decenas de votos, fue lo que logró un maltrecho PRI local, tras el proceso electoral 2021-2022, lo que representa alrededor del 7.5% de la votación total emitida por menos de la mitad de los electores.
En ese proceso electoral, el PRI local se asoció, unió, ayuntó con su más acérrimo enemigo histórico, el PAN. Al salir a dar una explicación sobre cómo el liberalismo social se une al conservadurismo; como la justicia social con la patria ordenada y uniforme; como el ¡Viva Zapata! con el ¡Viva Cristo rey!, sólo atinaron a señalar que ya no eran acérrimos enemigos, sino tímidos adversarios, el ying y el yang, el “tú y yo somos uno mismo” de los ochenteros timbiriches.
Siete punto cinco. Con tan sólo el 7.5% de la votación obtenida por menos de la mitad de una lista nominal de un millón de votos y fracción, el PRI se sintió “el gigante de México” y salió airoso a reclamar posiciones en el gobierno de la ultra panista candidata ganadora, pues, aun cuando muy lejos quedó de los cien mil votos ofertados a la coalición “Va por Aguascalientes”, se compró aquello de que “peor es nada”, se envalentonó y reclamó ruidosamente, espacios en la nueva administración.
La multiplicación de los peces. Cual bíblico milagro, los escasos votos del PRI Aguascalientes, rindieron frutos: casi una decena de posiciones entre las de primer y segundo nivel, más las que al desdoblarse la administración obtenga; son las que pasan a formar parte de las filas priistas; ya sea por encabezarlas militantes empadronados o por quedar en manos de funcionarios afines a los grupos que comandan al tricolor local.
Los pocos votos obtenidos en la pasada contienda electoral local por el PRI, fueron multiplicados en posiciones gubernamentales, como en un pasaje que guarda algún símil con la bíblica multiplicación de los peces. Quizá por ser el PAN un partido confesional, le alcanzó para beneficiar, en amigable concilio ecuménico, al tricolor.
¿Y mis treinta y cinco mil? Tras la muy favorable incorporación al nuevo gobierno estatal, de políticos priistas o afines a los líderes de ese partido, comenzó este fin de semana la efervescencia de la sucesión a la presidencia del PRI estatal. Cada uno de los grupos políticos que lo componen reclama la autoría de los treinta y cinco mil votos obtenidos en las urnas y, puesto que con tan poco les alcanzó para mucho más de lo que cualquiera hubiera pensado ¡Para qué le cuento! Estimada lectora, querido lector ¡El agarrón está de miedo!
Hasta con la cubeta se dan, en el mal tajado PRI Aguascalientes, para lograr la presidencia de esa entidad política. La secretaría general está a salvo pues, a Leslie Atilano, que ocupa ese encargo, aún le falta más de un año para concluir su periodo estatutario, aunque no es descartable que la propia Atilano busque la presidencia.
El inge Tavares. “Que alguien le diga a Carlos Lozano y a Lorena Martínez, que el PRI Aguascalientes es MUCHO MÁS que dos”, escribió en el polémico chat Círculo Rojo, el maltratado por el PRI Roberto Tavares; ex presidente de la FEUAA, ex presidente del PRI en la entidad y varias veces funcionario gubernamental, conocido por su capacidad operativa.
Claridoso como lo es, el in-genio-ero Tavares, advierte que una sucesión que pase una vez más, por un acuerdo entre cúpulas priistas va directito al fracaso. Y esta cocina agrega que fracasar para el PRI, implicaría ir por debajo de su último índice electoral; lo cual lo pondría en situación de pérdida de registro federal si no logra obtener al menos el 3 por ciento de la votación emitida.
¡Vaya enredos! Los que desata la sucesión en el PRI de los treinta y cinco mil, mis caros lectores. Ante ello es mejor dejar con su torre de Babel a los habitantes (hasta hoy) de López Mateos y Cosío; para sentarse a escuchar con una fresca agua de tuna, esa bella melodía que seguro gusta al inge Tavares, cuya letra es un poema del uruguayo Mario Benedetti y que dice: somos muucho más, que dooos.