Tras la pandemia en 2020, muchas industrias se vieron sumamente afectadas y su rendimiento bajó de forma drástica. Una de ellas es la automotriz, que viene paso a paso recuperando el terreno perdido algunos años atrás. Lo cual muchos expertos toman como una señal más que positiva de cara al comienzo del próximo año.
De acuerdo con los datos entregados por el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) en su último informe sobre las ventas de automóviles, el total para el mes de octubre alacanzó las 91.101 unidades. Esto es un18,9% más que igual mes del año 2021, un número que sorprendió a los responsables de todos los sectores relacionados con la industria automotriz.
De todas formas, las cifras aún no llegan a ubicarse en niveles similares a los que veíamos antes de la pandemia, allí en el 2019. En octubre de aquel año, las ventas de autos nuevos fueron de 107.110. En otras palabras, aún estamos un 15% por debajo de ese momento. Pero lo importante en este caso, es remarcar que estamos en plena senda de recuperación, y que, si el mercado logra finalmente estabilizarse, podríamos ver en 2023 el retorno a niveles pre-pandemia.
En este sentido, el presidente de la AMDA (Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores) Guillermo Rosales, expresó que los números vistos en octubre superaron las expectativas que tenía el organismo que preside y espera que esta tendencia se mantenga de cara al final del año. De todas maneras, remarcó que aún estamos por debajo de lo que representó el año 2019 para la industria.
¿Por qué no podemos volver a los números anteriores a la pandemia?
Consultado por los motivos que causan esta baja con respecto a lo que sucedió en 2019, Rosales destaca que la incertidumbre acerca del inventario es una de las principales razones. Esto es algo que está afectando a todo el mundo debido al faltante de semiconductores, lo cual ha retrasado la producción y entrega de vehículos a nivel mundial. Lo cual impacta indirectamente en otros sectores, como por ejemplo a la hora de cotizar seguro de auto o de la actividad de talleres mecánicos.
Seguramente este panorama persista aún unos meses más y eso, sin dudas, seguirá teniendo repercusión a la hora de abastecer el mercado local, por lo que posiblemente seguiremos viendo faltantes de algunos modelos en las agencias mexicanas. Esto se traduce en menores ofertas para los clientes y, como consecuencia, menores oportunidades de venta para las empresas. Una vez que esta situación se normalice, la industria automovilística de nuestro país tiene un potencial enorme para seguir creciendo, algo que va a ser muy positivo para el crecimiento de toda la economía de México.
