
Tengo entendido que la escultura que muestra la imagen estaba en el bulevar san Marcos, en donde los gamberros la vandalizaron. Por este motivo fue retirada de ese lugar, para ser restaurada. Estos trabajos se prolongaron hasta no sé cuándo. El hecho es que en las postrimerías del antiguo régimen fue reubicada en donde se observa en la imagen, a un costado de la Plaza de Toros Monumental.
Sigo teniendo entendido –porque es uno de los 787,398 asuntos que no me interesan- que la restauración tardó más de lo debido, e incluso su reubicación, esto último porque se esperaba que los propietarios dieran su anuencia para colocarla a un lado de la plaza, en terrenos del edificio, cosa que no sucedió, por lo que se procedió a ubicarla en terreno público.
Entre tanto, y en la más detestable manifestación de nuestra pobre cultura política, surgieron los rumores: que si alguien lo había visto en Puebla, que si se la había robado algún político que lo tenía en su casa, etc.
Pues no… Nada de eso; nadie se robó ni nada parecido, y aquí está de nueva cuenta el toro famoso; a ver si dura más ahí. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].