París, Francia. 3 de diciembre de 2022. Recién desempacado de su periplo por la Unión Americana, el presidente Emmanuel Macron concede una entrevista al canal TF1. El mandatario galo comenta sobre las diferencias que existen entre la postura estadounidense y la actitud francesa en lo concerniente a la guerra en Ucrania.
Para Macron es imperativo repensar “la estructura de seguridad en la cual viviremos mañana” porque “podríamos proteger a nuestros aliados y, al mismo tiempo, proveer a Rusia con las garantías para su propia seguridad”.
La escena arriba relatada sirve como prefacio al presente artículo, el cual pretende explicar por qué Francia, bajo la égida de Emmanuel Macron, pretende rescatar la autonomía estratégica de Europa.
Hacia finales de la década de 1950 y principios de 1960, el presidente de Francia, general Charles de Gaulle, se dio cuenta que los estadounidenses habían asignado un rol secundario a Francia, dentro de la estructura de seguridad global. Con el fin de revertir esta tendencia, de Gaulle decidió aplicar el principio de Arquímedes a las relaciones internacionales. Es decir: “Dame una palanca lo suficientemente larga y un punto de apoyo para colocarla, y moveré el mundo”.
Estas tres palancas serían: la Force de frappe, la fuerza de disuasión atómica; el rol especial por su mensaje universal: los Derechos del Hombre y del Ciudadano; y, finalmente, construir una Europa de Naciones, bajo la tutela francesa. Para de Gaulle, esta tríada de fulcros lograría el objetivo de “colocar a Francia en el centro del mundo”1
Seis décadas después, Emmanuel Macron tiene ante sí un escenario estratégico señalado por: la pandemia del Covid-19 y sus secuelas; la feroz rivalidad entre los Estados Unidos y China, ésta última aupada por su progresivo poderío diplomático y económico; el retorno de Rusia como actor geoestratégico, cuyo último rol estelar es la guerra librada en Ucrania; y, por último, la salida del Reino Unido de Europa, el Brexit.
Todos estos desafíos globales amenazan el liderazgo que Francia ejerce en Europa. Sin embargo, uno destaca por sus implicaciones: la guerra entre Rusia y Ucrania.
¿Por qué? Primero, los estadounidenses “están haciendo una fortuna con la guerra en Ucrania, vendiendo más gas a Europa a precios más altos y aumentando las exportaciones de armas a los países de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte” que han abastecido con armamento a Ucrania”2. Asimismo, los altos precios de los energéticos han provocado una inflación galopante. Lo cual se traducirá en apagones y racionamiento para este invierno.
Asimismo, otros dos acontecimientos han convencido a los franceses de que los estadounidenses sólo buscan timarlos a nivel estratégico: la retirada de Afganistán, en donde Europa no fue consultada; y la conformación de la alianza militar entre Australia, los Estados Unidos y el Reino Unido (AUKUS, por sus siglas en inglés). Para los orgullosos galos, esta coalición fue “una puñalada trapera”.
Ante tal escenario, los franceses, junto con los germanos, están tratando de salvar la autonomía estratégica de Europa: a principios de noviembre pasado, el canciller Olaf Scholz viajó a China para entrevistarse con Xi Jinping. Luego, el 1 de diciembre, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se encontró con el liderazgo chino.
¿Por qué China es importante en la ecuación estratégica europea? Primero, ante la pérdida del gas barato proveniente de Rusia y la implementación de la Inflation Reduction Act –una legislación estadounidense que promueve la inversión en la producción doméstica de energía y la reducción de las emisiones de carbono-, los franceses perciben que China puede ser la tabla de salvación de sus economías, pues es un mercado fértil para sus exportaciones y compensaría el hecho de que las empresas europeas prefieren invertir en la Unión Americana. Asimismo, los galos rehúsan ver a China a través del prisma estadounidense: un rival estratégico e ideológico3.
Por su parte, Scholz sufrió un rapapolvo a manos del presidente de Rusia Vladimir Putin, quien, durante una conversación telefónica sostenida el 2 de diciembre, le reclamó “las destructivas políticas de los países occidentales”4, las cuales han prolongado la guerra en Ucrania, pues abastecen de armamento a los ucranianos y les aconsejan no entablar negociaciones con Moscú.
El escribano concluye: Emmanuel Macron de Francia trata de rescatar, con la ayuda de Alemania, la autonomía estratégica de la Unión Europea, la cual corre el peligro de ser fagocitada tanto por los Estados Unidos como por China y Rusia.
Aide-Mémoire. – Deseo una Feliz Navidad 2022 y un próspero Año Nuevo 2023 a los lectores y al personal de LJA.MX
Recursos consultados
1.- Cogan, Charles. French negotiating Behavior: Dealing with La Grande Nation, Washington, United States Institute of Peace, 2005, p. 88
2.- Macron’s US visit tells Europe’s alienation https://bit.ly/3utQR7x
3.- Xi calls for long-term, strategic perspective in China-EU relations https://bit.ly/3Y75CLk
4.- Telephone conversation with German Chancellor Olaf Scholz http://en.kremlin.ru/events/president/news/69971