Artículo 37
Fácil, sencillo, clarísimo, así es el artículo de la Constitución Política del Estado de Aguascalientes que enumera los requisitos que debe cumplir quien desee ser gobernador (hasta el momento no se ha reformado para señalar “o Gobernadora”), ser mexicano por nacimiento, nativo del estado o con residencia mínima de diez años, estar en pleno ejercicio de sus derechos y tener, al menos, 30 años cumplidos, y se acabó, en ninguna parte se indica algo sobre el estado civil del aspirante, así que puede ser casado, divorciado o soltero, por eso en LJA.MX consideramos que es absolutamente irrelevante el estado civil de la gobernadora María Teresa Jiménez Esquivel, asunto sobre el que sólo susurra la hipócrita gente buena de la entidad.
Estado civil
Desde la primer campaña de Teresa Jiménez Esquivel que la llevó a la Cámara de Diputados y las subsecuentes que le permitieron gobernar la capital de Aguascalientes, hasta la de la gubernatura, por lo bajito se indica el estado civil de la política, como si para legislar o gobernar se requiriera estar casado; si no es un requisito legal no debería importarle a nadie porque es un asunto de la vida privada de la titular del Ejecutivo estatal; el problema es que la gente buena no termina de ver con buenos ojos a cualquier político que no responda a su idea de gente de bien, es decir, conservador, nacido en alguno de los cuatro barrios de Aguascalientes, cabeza de familia, que llore al final de Pelea de gallos y que asista puntualmente a la iglesia católica… porque esa es la aspiración de una minoría aguascalentense que ya va de salida, los electores más jóvenes no se preocupan por estos modelos y, como ciudadanos, a lo que deberíamos aspirar es a que nuestros gobernantes estén preparados para ejercitar el cargo por el que los votamos.
Hipócritas
El problema que no es problema del estado civil de la gobernadora Teresa Jiménez se magnifica por algunos medios de comunicación irresponsables y un puño de opositores que en la explotación del morbo y el chisme hacen pasar una nimiedad como una revelación, como el mencionar que Luis Alberto Villarreal García la acompaña en calidad de “esposo” y otros lo mencionan como “asesor”, a partir de la difusión de una fotografía se indica que la gobernadora lleva a su marido a los actos oficiales, o bien está contratado como asesor de Jiménez Esquivel, cuando la imagen no es la de un acto oficial. Y antes de pasar a otro asunto relacionado, a ver hipócritas, ¿si fuera hombre preguntarían sobre su estado civil?, ¿si no fuera mujer y joven, cuestionarían su vida privada?
Transparencia
Si algo se puede observar a la administración estatal, es que no hay información sobre la comitiva oficial que acompaña a Teresa Jiménez en Japón, eso se subsana con una solicitud de transparencia, lo mismo el señalamiento de nepotismo, una solicitud de transparencia; pero nos encanta armar chisme donde no lo hay, total, como la “nota” se difunde en medios digitales, terminará hundiéndola el scroll que busca la novedad, sin posibilidad de verificación.
Carnada
Y se puede observar esa falta de difusión porque a estas alturas, el equipo del gobierno estatal no debería motivos a los opositores de Teresa Jiménez Esquivel para inventarle chismes, como lo hicieron durante toda la campaña, cuando se pagaban inserciones en medios patito para señalar vínculos deshonestos de Luis Alberto Villarreal García, quien fuera senador por Guanajuato y expresidente municipal de San Miguel de Allende, ninguno de ellos probado, sólo insinuaciones, paparruchas que sirven para campañas negras.
Extremos
Si no tuviéramos la urgencia de comentar todo a bote pronto y se tuviera la costumbre de verificar las notas que compartimos compulsivamente, las preguntas sobre la actividad pública serían otras; aunque eso es mucho pedir cuando en la discusión pública brotan de las alcantarillas los zalameros urgidos en quedar bien con el gobernante en turno, ahí vamos de nuevo, los extremos se tocan, porque así como no ha faltado quien insinúe turbiedades, también sobran quienes se inventan logros de la administración actual que no son más que señales de continuidad con lo que han venido realizando los diversos gobiernos estatales, ejemplo, los lisonjeros claman que Tere Jiménez “concretó” una inversión de Nissan en Aguascalientes por 700 millones de dólares… Santo Señor del Encino, prudencia.
700 millones
A principios de mayo del año pasado, Nissan anunció que invertiría 700 millones de dólares para mejorar la capacidad de manufactura de su planta en Aguascalientes, Jérémie Papin, vicepresidente senior de Nissan Motor Co., Ltd. y presidente de Nissan América, dijo en reunión con medios y proveedores, que la inversión será destinada para mejoras en las instalaciones de manufactura en la planta de Aguascalientes y mejoras de automatización y capacitación de sus colaboradoras al invertir en tecnología. El 4 de mayo, vía Twitter, el entonces gobernador Martín Orozco Sandoval escribió:
¡Buenas noticias para #Aguascalientes! @Nissan anuncia una nueva inversión de 700 MDD que se invertirán en la mejora de sus plantas de manufactura, así como automatización y capacitación de sus colaboradores.
Y ayer, también vía Twitter, Teresa Jiménez indicó:
Después de una importante reunión con NISSAN, quiero compartirles el proyecto de expansión y diversificación con una inversión de 700 millones de dólares que tienen para #AGS. Esto se reflejará en más empleos y derrama económica para nuestro Estado a corto, mediano y largo plazo.
Ninguno de los dos se apropió de la decisión de la empresa automotriz, los que quieren cobrar al gobierno o amarrar convenio a partir de la difusión de paparruchas, deberían ser más cuidadosos.
La del estribo
Agarraron fuera de base a Andrés Manuel López Obrador, por eso dijo: “Me sorprendió que ayer autorizan en la Cámara que el que insulte al presidente le van a aumentar el castigo, va a tener que pagar dos, tres veces más, yo no sé quién hizo eso”, dijo en la mañanera sobre la propuesta de la diputada de Morena, Bennelly Jocabeth Hernández; pero no se crea que López Obrador la va a vetar en defensa de la libertad de expresión, lo cierto es que la actualización de la Ley sobre Delitos de Imprenta no sólo incluye que se moleste al presidente, también se multa a quien injurie a secretarios del despacho, el Fiscal General de la República, Gobernadores y titular de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, ministros de la Suprema Corte, jueces, legisladores federales o locales, y otro puñado de servidores públicos… Lo que en realidad ocurrió es que López Obrador no le iba a alcanzar con las regalías de sus libros para pagar la cantidad de injurias que lanza desde la mañanera.
@PurisimaGrilla
