De entre toda la gente que ya no se cuenta entre los vivos, deberá incluirse al escultor Federico Silva, fallecido el pasado 30 de noviembre, en la ciudad de México, de donde era originario -nació el 16 de septiembre de 1923-, aunque también vivió en Tlaxcala y San Luis Potosí.
Su relación con Aguascalientes está dada por la escultura de su autoría, Piedra solar, colocada en el andador de la avenida José María Chávez de Aguascalientes e inaugurada el 25 de julio de 2003.
Gracias a los buenos oficios de la estudiada maestra Dolores García Pimentel, y a decir de este diario, me enteré que originalmente la escultura estaba en la ciudad de Tlaxcala, y que fue donada a Aguascalientes por la Fundación Federico Silva, de aquella ciudad, a manera de homenaje a Víctor Sandoval. Felicitaciones, ampliaciones para esta columna, sugerencias y hasta quejas, diríjalas a [email protected].




