El limbo migratorio del polaco Zalewski: Un año detenido y Garduño lo ignora  - LJA Aguascalientes
28/09/2023



 

 

Pese a no tener una acusación en su contra, a no ser buscado en su país de origen y a tener residencia permanente en México, el polaco Filip Roger Zalewski es el extranjero con más tiempo detenido por el Instituto Nacional de Migración: poco más de un año. Está recluido en una celda sin ventilación de la estación migratoria de Cancún, su alimentación es precaria y es objeto de abusos. Lo tratan “peor que a un criminal”, denuncia su abogado Leopoldo Valverde Ortiz, quien advierte del riesgo de que el polaco cometa suicidio. Durante una visita del titular del instituto, Francisco Garduño, a esa estación migratoria, Zalewski lo encaró: “Termine de una vez con esta locura”. 

La noche del 23 de mayo último, durante su visita a la Estancia Migratoria de Cancún, Quintana Roo, Francisco Garduño Yáñez, titular del Instituto Nacional de Migración (INM), fue increpado por Filip Roger Zalewski, el extranjero que lleva más tiempo retenido por las autoridades mexicanas, pese a tener residencia permanente. 

Luego de estar 13 meses en instalaciones del INM –cuatro meses en el aeropuerto de Cancún y el resto en la Estancia Migratoria–, Zalewski aprovechó la presencia de Garduño y le reclamó que no se le respeta su calidad de residente permanente ante la existencia de una presunta alerta migratoria por tener una ficha roja de la Interpol de su país de origen, Polonia. “Es absurdo que ustedes digan que soy un peligro para la seguridad nacional y el mismo INM no cree en esa tontería porque de noche aquí estoy ‘guardado’ por un solo agente del INM desarmado”. 

“Esta tarjeta (de residente permanente) ¿vale algo o es basura? ¿Ha pensado qué mensaje está enviando a los extranjeros que viven e invierten en México? Termine de una vez con esta locura y ordene mi liberación inmediata”, exigió Zalewski a Garduño ante la mirada atónita de los funcionarios del INM que lo acompañaban y de un puñado de brasileños retenidos en la Estación Migratoria. 

Garduño, vinculado a proceso por su presunta responsabilidad del incendio del 27 de marzo en la Estación Migratoria en Ciudad Juárez, donde murieron 40 personas, respondió a Zalewski que está imposibilitado a intervenir en su favor por la existencia de una alerta migratoria, y responsabilizó al polaco de permanecer retenido, debido a que interpuso un juicio de amparo en proceso de resolución. 

El extranjero, quien el pasado 15 de enero cumplió 39 años, insistió en que su vida estaba en manos de Garduño, pero el funcionario, amigo del presidente Andrés Manuel López Obrador, simplemente siguió su camino por las instalaciones de la Estancia Migratoria. 

La escena fue descrita a Proceso mediante el abogado defensor de Filip Roger Zalewski, quien desde diciembre del año pasado ha buscado entrevistarse con Francisco Garduño y con el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, sin tener respuesta. “La situación de Filip es realmente desesperante, el INM cometió el primer error al tratarlo como un migrante común, cuando es un residente permanente, y la jueza que lleva el juicio de amparo no ha podido emitir una sentencia”, dice Leopoldo Valverde Ortiz, representante de Zalewski, quien a su vez es consultor financiero. 

El caso del polaco fue abordado por Proceso en la edición 2388, cuando Zalewski llevaba cuatro meses retenido en instalaciones del INM en el aeropuerto de Cancún, a partir de su llegada al país en abril de 2022, procedente de Panamá. 


Sin ficha roja 

El 7 de agosto de 2022 la dependencia que encabeza Garduño emitió un comunicado alegando que el empresario era requerido por la justicia polaca “por probables delitos de delincuencia organizada y lavado de dinero”, pero hasta ahora no existe una solicitud de extradición contra Zalewski, quien fue trasladado a la Estación Migratoria de Cancún el 7 de septiembre del año pasado. 

“Filip no es convicto de ningún crimen, ni en México y tampoco en Polonia, porque si la Fiscalía General de la República (FGR) quisiera detenerlo con motivos de extradición, sabe dónde está ubicado, lo hubiera detenido, traído a la Ciudad de México y recluido a algún penal para llevar a cabo su proceso de extradición. 

“Sin embargo, no se le ha notificado nada de ello, lo que quiere decir es que no existe una solicitud del gobierno de Polonia para detenerlo”, explica Valverde Ortiz, quien refiere que en la página de Interpol Polonia no hay una ficha roja de Zalewski ni tiene antecedentes penales en su país de origen. 

El abogado resalta que la situación jurídica del ciudadano polaco está en el limbo. Pese a que el 24 de abril pasado se realizó la audiencia constitucional, la jueza cuarta de Distrito con sede en Cancún, Gloria Luz Reyes Rojo, ha tardado en emitir una sentencia alegando “carga de trabajo y que se está haciendo un trabajo minucioso”. 

Zalewski también ha recurrido a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), que en octubre del año pasado le había negado su calidad de refugiado y que, en marzo de 2023, a petición de sus abogados, se reabrió el caso. El procedimiento no ha sido ajeno a obstáculos por parte del INM, que ha retardado la resolución. 

“A principios de mayo la COMAR tenía programada una entrevista con Filip, y por más que se le comentó a la gente de la Estación Migratoria que por ley era necesario videograbar la entrevista, no permitieron que los funcionarios de la COMAR realizaran el trámite porque el INM les negó el ingreso de videocámaras, teléfonos celulares y computadoras. 

“Apenas el 29 de mayo, con un nuevo encargado de la Estación Migratoria, Gerardo Pérez, se pudo realizar la entrevista de manera correcta”, dice Valverde al señalar que Filip ha negado que la representación diplomática de Polonia lo represente, al considerar que el actual gobierno de su país es de tinte autoritario. 

El abogado alerta que la situación de Zalewski se agrava porque “lleva más de un año detenido en malas condiciones de alimentación, higiene y atención médica; está en un grado de desesperación preocupante porque hay momentos en que nos dice que va a quitarse la vida o va a golpear a la gente del INM porque ya no soporta la situación”. 

El polaco sobrevive en una celda sin ventilación, provista de planchas de cemento que hacen las veces de cama; con un inodoro dentro del mismo espacio, plagado de mosquitos y consumiendo arroz, pastas, frijoles, en ocasiones col con zanahoria, en porciones muy escasas. 

Adicto al tabaco 

“El INM lo está tratando peor que un criminal”, sostiene Valverde al señalar que la dependencia que encabeza Francisco Garduño le ha negado acceso a medicamentos para que el polaco supere su adicción al tabaco, ante la prohibición de consumir cigarrillos dentro de las instalaciones migratorias. 

Advierte que los primeros cuatro meses que Filip estuvo en la Estación Migratoria, los guardias de seguridad privada que resguardaban las instalaciones le vendían las cajetillas de cigarros en 500 pesos, por lo que al prohibirse de manera definitiva el consumo de tabaco, “Filip se daba golpes en la cabeza de desesperación”. 

El 20 de enero pasado el abogado tramitó el ingreso de un médico a la estación migratoria, quien diagnosticó a Filip con síndrome de “abstinencia por afición al tabaco”, así como “ansiedad/depresión” y baja de peso al menos en dos tallas. 

El médico recomendó parches de nicotina, clonazepam en “dosis bajas”, suplementos alimenticios, carbohidratos y vitaminas de vegetales y frutas frescas, de acuerdo con las recetas médicas a las que tuvo acceso Proceso. “El médico le entregó las recetas a la entonces encargada de la Estación Migratoria Mariana Margarita Garduño Ambrossi. Tres días después, Filip preguntó por sus medicamentos y el personal del INM le dijo que la jefa Garduño no autorizó, que no las necesitaba, lo que provocó la furia de Filip, Más tarde la psicóloga de la Estación Migratoria le dijo que si volvía a inconformarse de esa manera, lo iban a encerrar en una celda de castigo”, cuenta el abogado. 

Ante esa situación, Valverde presentó un recurso ante la jueza de amparo que lleva su caso, en el que narra que durante el tiempo en que Filip ha estado privado de su libertad está “sufriendo vejaciones, malos tratos, tratos indignos, tortura física y psicológica”. 

El 28 de febrero, la jueza cuarto de Distrito decretó “de plano la suspensión de dichos actos” y solicitó al INM un informe sobre el cumplimiento de la resolución por vía electrónica, se advierte en la documentación judicial a la que se tuvo acceso. 

Pese al ordenamiento judicial, Valverde señala que el maltrato continúa, empezando por negarle a él como su abogado estar con el polaco más de 15 minutos, aunque la ley de migración marca 45 minutos. 

Apoyo desde Polonia 

“Los papás de Filip desde Polonia contrataron a una persona que lo visita cada tercer día; le dan 15 minutos y le lleva comida, para variarle la dieta que recibe en el INM; si le lleva un pollo rostizado, por ejemplo, lo obligan a comerse el pollo completo en 15 minutos con la amenaza de que, si no lo hace, lo tiran a la basura. En mayo que no se realizó la audiencia con la COMAR, vi ese trato, le llevé a Filip un sándwich, un refresco, unas galletas y un chocolate. El guardia de migración que estaba parado junto a nosotros le dijo ‘acábatelo todo o lo tiro a la basura’, yo protesté, le recordé que Filip no estaba detenido, que no estaba purgando un delito y me dijo que eran las instrucciones que había recibido”, cuenta. 

Valverde Ortiz destaca que, además de los procedimientos ante el Juzgado de Distrito y ante la COMAR, ha recurrido a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instancias que no han dado respuesta a la denuncia por el maltrato y el tiempo prolongado de privación de la libertad que sufre Filip. 

Mucho menos ha recibido respuesta de Garduño Yánez ni del secretario de Gobernación a las solicitudes de entrevista para revisar el caso de Filip Roger Zalewski, quien, según las misivas, ha sido víctima del personal de INM “al negarle su derecho de tránsito, al torturarlo y mantenerlo privado ilegalmente de su libertad”. 

El abogado, cuyos honorarios son solventados desde Polonia por los padres de Filip, se muestra preocupado por su cliente, con quien mantiene una comunicación telefónica frecuente. “Lo siento muy afectado. Cada día son más frecuentes las expresiones de desesperación, nos ha llegado a decir ‘prefiero golpear a alguien para que me manden a la cárcel, al menos ahí tengo garantía de que puedo meter comida, bebida y hasta mujeres, pero aquí en la estación migratoria ni un sándwich me dejan meter’. Esperamos que la jueza de una vez resuelva y lo haga apegada a la ley, lo que significaría poner en libertad a mi cliente, y también esperamos que el INM no impugne una resolución de este tipo, de lo contrario le va a dar un paro cardiaco a Filip”, alerta Leopoldo Valverde. 


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