CIUDAD DE MÉXICO.— En junio pasado la inflación se colocó en una tasa anual de 5.06%, lo que significa su menor nivel no visto desde marzo del 2021, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Al interior del índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), la inflación subyacente se ubicó en 6.89%; esta se obtiene eliminando del cálculo los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles, o bien, que su proceso de determinación no responde a condiciones de mercado.
Por su parte, la inflación no subyacente que integra solamente los agropecuarios, energéticos y tarifas autorizadas por distintos órdenes de gobierno, se colocó en -0.36% en el sexto mes del año.
En junio los productos que más aumentaron sus precios fueron la vivienda propia, la naranja, el chayote, el azúcar, la gasolina de bajo octanaje, el aguacate, el transporte aéreo, así como los restaurantes y similares.
En contraste, disminuyeron los costos del gas doméstico, huevo, pollo, limón, pescado, melón, jabón, automóviles, principalmente.
De acuerdo con el análisis del Grupo Financiero Monex, los resultados de las dos quincenas de junio fueron divergentes, pues a principios de mes la inflación tuvo uno de sus mejores comportamientos en el registro histórico reciente, pero la segunda parte dejó ver retos más parecidos a los de momentos anteriores del año.
Particularmente, las presiones se reavivaron en los componentes clave de mercancías alimentarias y servicios de vivienda, por lo que será necesario que mejoren en julio para descartar que Banxico tome un posicionamiento duro.
No obstante, acotó, a partir del potencial de baja mostrado desde abril, hemos revisado nuestro pronóstico de inflación para dar pie a una expectativa más favorable y creemos que independientemente de los sobresaltos ligeros que puedan aparecer, es posible que la variación anual se acerque al límite superior del objetivo del Banco Central (4%) en la segunda parte del año.




