La pregunta sigue siendo la misma, ¿qué está sucediendo con la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes?, pero la preocupación es general, se extiende a todo el panorama cultural de nuestra entidad, ¿qué está sucediendo en el Instituto Cultural de Aguascalientes? Este es un estado que desde aquel esplendor generado desde principios de los años 80 ha hecho de la cultura su principal fortaleza, aquí no tenemos montañas nevadas que favorezcan deportes invernales ni el alpinismo de montaña, tampoco tenemos paradisíacas playas que atraigan visitantes, y si bien, nuestra arquitectura es rica en historia, tampoco somos una ciudad como Guanajuato, Querétaro, Morelia, Oaxaca o la Ciudad de México, verdaderos tesoros coloniales, entonces la cultura se perfila como el atractivo casi natural de Aguascalientes, tenemos una ubicación geográfica privilegiada, todo nos queda al alcance de la mano. Recuerdo que el maestro José Areán cuando dirigió la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes tenía el proyecto de crear un corredor operístico que conectara las ciudades de Zacatecas, Aguascalientes, León, Guadalajara, Guanajuato, y tal vez hasta Querétaro, la idea era producir ópera con gastos compartidos aprovechando esta ubicación geográficamente privilegiada, pero quedó en proyecto.
Cierto es que estas malas decisiones, errores, omisiones, o lo que sea, no son exclusivas de la presente administración, es un vicio que se ha arrastrado, no sé si por ignorancia o por obedecer a intereses que nada tiene qué ver con la cultura, pero que han dañado y debilitado uno de los principales músculos de la verdadera grandeza de Aguascalientes, obvio, me refiero a la cultura.
Ya lo hemos comentado, el ridículo al que fue expuesta la Orquesta Sinfónica tocando la ópera Carmen en la Plaza de Toros San Marcos incluyendo la lidia a muerte de un toro en cada una de las dos funciones, claro, con cubeteros incluidos.
En esa misma administración, no recuerdo exactamente si fue bajo la gestión de Martín Andrade o fue quien lo sustituyó al frente del ICA, Dulce María Rivas Godoy que desapareció el Coro de la Ópera de Aguascalientes y la extraordinaria Camerata Ponce lo cual fue una verdadera pena.
Actualmente estamos ya a un año de que la presente administración inició y en lo que a cultura se refiere, veo el panorama muy lúgubre, por ejemplo, yo tengo asistiendo a la entrega del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes, con los diferentes nombres que ha tenido, inició en 1968 como Premio Nacional de Poesía creado por el poeta y promotor cultural Víctor Sandoval, con el paso del tiempo este certamen se ha convertido en el más importante, no sólo en México, sino en toda Latinoamérica, incluso en España están al pendiente de saber quién es el ganador “Del Aguascalientes”, como coloquialmente se le conoce fuera del estado y del país. Hay toda una ceremonia en la entrega con protocolos muy puntuales y que se respetan casi religiosamente, es el gobernador en turno quien hace la entrega del premio, y en el escenario está, además del premiado, la reina con sus princesas y el Teatro Morelos, que ha fungido como sede de este evento durante muchos años, alguna vez fue en el Salón Gobernadores de Palacio de Gobierno, luce hermoso con todas las localidades llenas, hay que llegar temprano para poder conseguir un buen lugar, en fin, no me quiero extender en esto, pero este año, -recordemos que el premio se entrega en el marco del programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos-, llegué a la ceremonia de entrega “del Aguascalientes” y el teatro estaba solo, se podían contar las personas que estaban en el Teatro Morelos, y yo iba preocupado porque suponía que tendría que estar de pie durante la ceremonia. Tengo por lo menos 30 años de asistir a este evento, a veces sólo por placer, como amante de la poesía, pero las más de las veces a cubrir el evento para radio, y es la primera vez que encuentro el Teatro Morelos desolado, triste y desairado.
Por otro lado, también soy un incondicional asistente al Festival de Música de Cámara de Aguascalientes desde que este inició, esta fue la décima novena edición, y el Teatro Morelos, también sede de este festival, excepto un año que estaba en remodelación y se realizó en el Teatro del Parque Víctor Sandoval, siempre había lucido esplendoroso con entradas espectaculares, recuerdo conciertos en lo que incluso tuvo que abrirse la parte de arriba, galería, porque la demanda del público así lo exigía, conciertos que han ofrecido aquí algunos de los mejores ensambles de música de cámara como el Cuarteto de Cuerdas Latinoamericano, el Cuarteto Penderecki, el Cuarteto White, orgullosamente originario de Aguascalientes, y otros ensambles de importancia, incluso internacional, han llenado el patio de butacas del teatro Morelos, y este año, tristemente, lo encontramos solo, desairado, y nos preguntamos si esto fue culpa de los organizadores o de los grupos participantes, la respuesta es obvia, por supuesto que no, definitivamente algo se está haciendo mal en el Instituto Cultural de Aguascalientes, no se hacen ruedas de prensa, no hay entrevistas en los medios de comunicación, y es que no basta con enviar boletines de prensa en WhatsApp ni hacer publicaciones en redes sociales, así no se hacen las cosas.
Este asunto es inagotable, y da para mucho, por lo que me permitiré dedicar una entrega más a este polémico tema del manejo de la cultura en la presente administración. Me han buscado algunas personas con verdaderas historias de terror, por ejemplo, contra el IMAC, instancia a la que pertenece la Banda Sinfónica Municipal y que tampoco la está pasando bien desde hace ya algunos años, pero continuaremos.




