La noticia de la semana fueron los acontecimientos ocurridos en Nuevo León en relación con la campaña presidencial de MC y su personaje central Samuel García.
Hoy Samuel García hace una argumentación exitosa de las razones por las cuales no pudo ser el candidato de MC a la presidencia. Plantea de manera triunfalista que su candidatura ponía en riesgo los intereses del PRI y el PAN porque estaba siendo un éxito rotundo.
Que los políticos de viejo cuño ante un escenario de ganar la presidencia de la república, le impidieron repetir los triunfos anteriores como fue la Senaduría y la Gubernatura de Nuevo León. Los acusa de corrupción y de hacer vieja política que impide el crecimiento del país.
No se puede negar que efectivamente la campaña inició siendo un éxito total, la manera como abordó la condición de joven autodenominándose “el nuevo” era un enfoque propagandístico con mucha penetración que tenía como objetivo atraer el voto de los jóvenes que son la franja principal de los abstencionistas.
Es indudable la manera tan fresca y exitosa de manejar las redes sociales para hacerse presentes y aumentar con gran velocidad el número de seguidores. La clave del éxito es sin duda alguna Mariana, su esposa. Juntos hacen una comparsa fresca y talentosa.
Pero quitando la paja y haciendo una observación más profunda, en la vía de los hechos Samuel García sufrió un revés irreversible. Obstaculizaron de manera impactante y abrupta, el crecimiento y la proyección del personaje. Él consideraba que podía repetir el milagro, y de no realizarse se fijó como meta desplazar a Xochitl Gálvez de la segunda posición.
Lograr esta meta lo posicionaría como un fuerte contendiente a la candidatura en 2030 ya que estaría en condiciones de lograrlo por su juventud. Los reflectores nacionales lo iban a colocar en una posición de ventaja, y aunque va a seguir siendo un personaje destacado, su influencia se va a concentrar en la parte local de su estado.
Finalmente, el resultado de este proceso tuvo que ver con un error de cálculo, pensó que era suficiente cultivar una buena relación con el presidente. Polarizó su relación con su Congreso donde estaba en condición de minoría y la oposición le cobró agravios.
Aquí la pregunta es ¿por qué dejar todo y regresar a la gubernatura en medio de un gran escándalo nacional? Perderlo todo, si no que se quedaba como gobernador interino alguien de su confianza, es un escenario que da mucho que pensar.
Sus detractores hablan que hay 60 mil millones de pesos perdidos, pero sean cualquiera de las razones, no se animó a dejar el gobierno en manos de la oposición, el argumento de Samuel es para evitar las mañas de la vieja política.
La realidad de las cosas es que hay un gran encono entre las fuerzas políticas que operan en la entidad, en el sexenio anterior cuando “el bronco” pidió licencia para ser candidato, dejó como gobernador interino a su secretario general de Gobierno y el Congreso lo aceptó sin problema. Hoy seguramente Samuel pensará que debió construir un mejor diálogo con la oposición.
@normaglzz