Las propuestas de doble aguinaldo y la reducción de la jornada laboral están orientadas a mejorar las condiciones de los trabajadores, aunque su implementación exigirá ajustes tanto por parte de las empresas como del sector público. Si bien estos cambios podrían generar beneficios a largo plazo, es fundamental que se acompañen de medidas que mitiguen los impactos negativos en el corto plazo.
Así lo expuso Dafne Gissel Viramontes Ornelas, presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, quien presentó su postura sobre dos importantes iniciativas laborales que han generado un intenso debate: el aumento del aguinaldo de 15 a 30 días y la reducción de la jornada laboral. Ambas propuestas buscan mejorar las condiciones de los trabajadores, aunque también han suscitado preocupación por sus posibles efectos en las empresas y la economía del país.
En su análisis, Viramontes Ornelas destacó que, aunque el doble aguinaldo beneficiaría directamente a millones de trabajadores formales en México, solo el 22% de la población tiene acceso a prestaciones como aguinaldo, vacaciones pagadas o reparto de utilidades. En Aguascalientes, esta cifra es ligeramente inferior, con un 21.3% de los trabajadores que gozan de dichas prestaciones. En este sentido, subrayó que alrededor de 9 millones de personas en México contarían con todas las prestaciones de ley y serían las principales beneficiadas por esta iniciativa.
Una de las principales críticas a la propuesta del doble aguinaldo es el impacto que tendría en los costos laborales de las empresas. Viramontes Ornelas señaló que muchas micro, pequeñas y medianas empresas (MIPyMEs), así como el sector público, podrían verse afectadas al tener que ajustar significativamente sus presupuestos para cumplir con la nueva normativa: “El sector público, al ser uno de los principales empleadores formales, también deberá asumir el doble aguinaldo, lo que ejercerá una mayor presión sobre las finanzas públicas”, afirmó.
La presidenta del Colegio de Economistas también advirtió que el incremento en los costos laborales podría trasladarse a los consumidores mediante aumentos de precios, lo que podría desencadenar un repunte de la inflación. De acuerdo con Viramontes, este fenómeno podría observarse a principios del próximo año si la medida se implementa de manera inmediata.
Por otro lado, mencionó que el aumento al salario mínimo, que podría alcanzar los 300 pesos diarios el próximo año, es otra medida en discusión que, al igual que el doble aguinaldo, busca mejorar las condiciones laborales de los sectores más vulnerables; no obstante, recalcó que estas reformas deben ir acompañadas de mecanismos que aseguren su cumplimiento, tales como sanciones más efectivas para las empresas que no respeten la legislación laboral.
A pesar de las dificultades que estas reformas podrían enfrentar, como la resistencia de algunos sectores empresariales y las posibles afectaciones a las MIPyMEs, Viramontes Ornelas ve en ellas una oportunidad para impulsar la productividad en México: “Este tipo de cambios puede obligar a las empresas a buscar mecanismos para que los empleados sean más productivos en menos tiempo”, sostuvo.
En su opinión, el sector empresarial deberá adaptarse implementando nuevas estrategias, como la automatización o el comercio electrónico, para aprovechar al máximo las horas de trabajo reducidas.
Finalmente, en cuanto a la evidencia empírica, la especialista observó que en otros países donde se han aplicado estas reformas, como en Europa, las empresas han seguido funcionando y las economías continúan siendo dinámicas; sin embargo, reconoció la necesidad de alcanzar consensos y facilitar la transición para que las empresas mexicanas, especialmente las más pequeñas, no se vean gravemente afectadas.
