- Sin embargo, los senadores de oposición resaltaron que la reforma debilitaría las empresas productivas y afectaría directamente al consumidor
La sentencia del extitular de la Secretaría de Seguridad Pública, Genaro García Luna, marcó la sesión del pleno del Senado, en donde desde el comienzo el presidente de la Mesa Directiva, Gerardo Fernández Noroña hizo mención de su sentencia, “yo no le deseo ningún mal, pero está pagando las consecuencias de sus actos delictivos”.
Tras los dichos, una manta fue colocada en el pleno con la leyenda: “Genaro García Luna, narcotraficante; Calderón, su jefe”, en la Sesión sobre la reforma energética, sin apoyo de la oposición, Morena y aliados aprobaron la reforma en materia energética que establece que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y PEMEX de ser empresas productivas del Estado y regresan a ser empresas públicas del Estado.
La iniciativa reforma los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución y establece que el Estado tendrá el control del sistema eléctrico nacional y del servicio público de transmisión y distribución de energía eléctrica, así como de la exploración y extracción de petróleo y demás hidrocarburos como el litio.
La reforma energética fue aprobada por 86 votos a favor, 39 en contra y una abstención la iniciativa, también, determina que no se constituirán monopolios las funciones que el Estado ejerza de manera exclusiva en las siguientes áreas telégrafos estratégicas: correos, y radiotelegrafía; minerales radiactivos y generación de energía nuclear y el servicio de internet que provea el Estado.
Durante la Sesión, 32 senadores presentaron sus argumentos de su voto particular, además se dieron 10 posicionamientos por cada grupo parlamentario y el debate en lo particular por lo que la Sesión duró al menos ochos horas.
En la presentación del dictamen el senador de Morena, Enrique Inzunza, resaltó que esta reforma no sólo busca asegurar la autosuficiencia energética, sino también dirigir una transición en el ramo sustentable que beneficie a toda la población.
“Estas reformas son un paso firme hacia la consolidación de lo que es leitmotiv de los gobiernos de la cuarta transformación, un Estado constitucional de bienestar”, resaltó.
Sin embargo, los senadores de oposición resaltaron que la reforma debilitaría las empresas productivas y afectaría directamente al consumidor.
El senador del PRI, Pablo Angulo Briceño, resaltó que una reforma mal concebida afectaría directamente al consumidor en términos de precios, calidad de servicio y oportunidades de empleo.
Por su parte, la senadora del PAN, Susana Zatarain, resaltó que en lugar de debilitar las empresas productivas se debería buscar mecanismos para que la iniciativa privada converja con la CFE para aumentar nuestras capacidades y transitar a un modelo energético inclusivo.
“En lugar de debilitar las empresas productivas, que es lo que se está haciendo con esta reforma, debilitar las empresas productivas y poner trabas a la inversión privada, deberíamos buscar mecanismos para que la iniciativa privada converja con la CFE para aumentar nuestras capacidades y transitar a un modelo energético inclusivo. Es lo que necesitamos, que se priorice la inversión y las energías limpias y no que las limite como se propone en esta reforma”, detalló.
La iniciativa tendrá que ser aprobada por al menos 17 estados de la República para sea enviada a la presidenta Claudia Sheinbaum para que la promulgue y entre en vigor.
