Bajo presión
Movimiento Ciudadano
Jorge Álvarez Máynez fue nombrado como nuevo dirigente nacional de Movimiento Ciudadano durante los próximos tres años y, de la misma manera en que sucedió con su candidatura a la presidencia, desde el PRI y el PAN se le descalifica porque fue candidato único, una imposición de Dante Delgado, o porque no fue elegido por los ciudadanos; no importa que Alejandro Moreno o Jorge Romero tampoco lo hayan sido, además en el caso del Revolucionario Institucional, la reelección de su dirigente provocó la salida de los pocos cuadros relevantes que le quedaban.
Las críticas a la nueva dirección de Movimiento Ciudadano desde el prianismo tienen la intención de establecer a los naranjas como cómplices de Morena y quieren imponer en la ciudadanía la idea de que la derrota de la oposición se debió a que MC no quiso ir en alianza con el PRI y el PAN, con los números alegres con que inflaron los resultados de la elección del 2021, de haber ido los tres partidos juntos, decían, hubiéramos derrotado a Morena, con esa idea comenzaron a leer las encuestas que colocaban a las dos candidatas presidenciales en un empate e ignoraban a Jorge Álvarez Maynez… con el resultado que ya conocemos.
Todo indica que bajo la dirigencia de Alejandro Moreno el Revolucionario Institucional completará su desaparición en las elecciones del 2027, salvo que ocurra un verdadero milagro en el 2025, no hay indicio alguno de que el PRI esté reforzando a su magra base o generando cuadros.
En Acción Nacional, Jorge Romero no la tiene fácil, el entusiasmo con que promete abrir el partido a la ciudadanía y salir a recorrer las calles para tocar todas las puertas no deja de ser una respuesta con la que intenta encubrir que su elección es resultado de un acuerdo cupular; sobre su dirigencia siguen pesando las múltiples derrotas de Marko Cortés y las malas decisiones que han reducido al PAN a su mínima expresión.
Jorge Álvarez Máynez y la nueva dirigencia de Movimiento Ciudadano tienen muchos otros retos que superar antes que el enfrentamiento con el resto de los partidos, pero el PRI y el PAN serán una distracción constante de los objetivos principales porque MC sí puede llegar a convertirse en una opción sin tener que envolverse en la bandera de la oposición, esa idea fija de estar en guerra, primero en contra de Andrés Manuel López Obrador y ahora en contra del oficialismo; el Revolucionario Institucional no dejará de llamar traidores a los naranjas para así justificar todos sus fracasos, mientras que Acción Nacional hará lo posible por minimizar a MC porque se considera el dueño del 46% de la población que no votó por Claudia Sheinbaum Pardo y no permitirá que se lo arrebaten, en esta misma idea de que el electorado es un rebaño que se va con el mejor postor.
En este mismo espacio ya había citado este fragmento del libro de Jorge Álvarez Máynez, México Nuevo: “es falso que las únicas alternativas sean la continuidad del actual régimen, fincado en el pasado y en ideas obsoletas (de desprecio a la justicia intergeneracional y el cuidado del medio ambiente, entre otras) o el regreso al pasado de corrupción, desigualdad y violencia que representan los partidos que ya gobernaron por décadas”, lo que quiere decir que la tarea principal de la nueva dirigencia es convencer de que son una opción diferente, y lo tendrán que hacer continuando con formas disruptivas de propaganda, el tipo de actos que la clase política desdeña porque no responden a los mecanismos de cooptación a los que nos tiene acostumbrado el sistema de partidos.
Quizá por lo anterior es que, para Morena, los de Movimiento Ciudadano no representan un riesgo en el corto plazo, no en las elecciones próximas, el partido de López Obrador vive con la idea de ser un movimiento que representa al pueblo, ha ganado las elecciones gracias a la devoción que la gente tiene para con su fundador pero no se ha preocupado por conformarse en un partido, de hecho, lo que estaremos viendo en los próximos meses será el intento de las organizaciones políticas por aumentar su base, ahí tenemos a López Beltrán recorriendo las diferentes entidades federativas con el compromiso de llegar a los 10 millones de militantes.
La causa principal para que Movimiento Ciudadano no sea una preocupación para Morena no es la diferencia de militantes entre ellos, es que Morena rápidamente le agarró el modo al sistema de partidos y sabe que las elecciones no se tratan del debate ideológico sino de la capacidad que se tenga para movilizar estructuras electorales; algo más que aprendió Morena de manera instantánea es que para convertir esas estructuras en votos se requiere de dinero, no por nada, lo que más presumen son los programas de apoyo social.
La elección del 2024 evidenció la profunda crisis del sistema de partidos, hasta el momento nadie se ha atrevido a señalar que se debe revisar a conciencia qué es ser una república federal y con qué idea de democracia debemos ejercer nuestra ciudadanía, la oposición no sabe cómo cambiar las reglas del juego porque no sabe vivir de otra manera la política, mientras que al oficialismo no le conviene transformar nada porque gracias a esa crisis del sistema llegó al poder y los integrantes de este movimiento sólo piensan en la forma de mantenerse en él.
El objetivo principal de la nueva dirigencia de Movimiento Ciudadano no es, al menos en el corto plazo, ganar elecciones sino lograr el cambio cultural que les permita convertirse en opción para quienes están desencantados de las formas acartonadas de hacer política.
Coda. En un encuentro con universitarios, el entonces candidato presidencial señaló que “transformar el poder es cambiar cómo se llega a él”, esa es la tarea principal de Jorge Álvarez Máynez, suerte en ello.
@aldan