En la última semana (varias en realidad), la película francesa “Emilia Pérez”, dirigida por Jacques Audiard, no solo ha incendiado las redes sociales por su polémica trama sobre narcotráfico, identidad de género y desapariciones forzadas, sino que también ha desatado una tormenta con la cadena de cines Cinépolis, la cual comenzó a proyectar la cinta desde ayer 23 de enero. El meollo del asunto: su famosa “Garantía Cinépolis”. ¿Qué es exactamente? ¿Por qué tantos usuarios están furiosos? Y, sobre todo, ¿cómo es que la PROFECO ha entrado al ring?, pues te contamos.
Emilia Pérez llegó envuelta en controversia. Protagonizada por Karla Sofía Gascón, la primera mujer trans nominada al Óscar como Mejor Actriz, la cinta ya cargaba con detractores antes de su estreno en México. Las críticas no tardaron en acumularse: que si el guión es flojo, que si el español suena demasiado “gringo”, que si es una historia sobre México en donde no participa ni un actor o actriz mexicane, y que los temas delicados de su trama resultan innecesariamente provocativos. Pero lo que llevó las discusiones a un nuevo nivel no fue su contenido, sino el sello de “Garantía Cinépolis” con el que fue promocionada.
¿WTF es la Garantía Cinepolis?
Cinépolis presenta esta “garantía” como un distintivo que destaca películas de calidad superior. Según la cadena, se trata de una recomendación basada en criterios como narrativa, dirección o impacto visual. Hasta ahí, todo suena razonable. Sin embargo, muchos usuarios interpretaron este sello como un derecho al reembolso en caso de no quedar satisfechos con la cinta.
La confusión no es del todo irracional. En años anteriores, Cinépolis ofrecía reembolsos si abandonabas la sala dentro de los primeros 30 minutos de la función. Pero esa política cambió en 2020, algo que aparentemente nadie recordó hasta que Emilia Pérez atacó y el caos se desató.
¡Mejor Nadota! dice la multitud enardecida
Tras ver Emilia Pérez (o quizás solo por seguir la tendencia), decenas de usuarios exigieron su dinero de vuelta bajo la supuesta “Garantía Cinépolis”. Algunos publicaron capturas de pantalla con antiguos términos y condiciones, mientras otros directamente etiquetaron a Profeco, acusando publicidad engañosa. Entre comentarios de “¡Quiero mi dinero, Cinépolis!” y “Esta película no tiene nada que garantizar”, el hashtag #GarantíaCinépolis comenzó a ser tendencia.
Cinépolis respondió con un mensaje tan contundente como impopular: “La Garantía Cinépolis es únicamente un sello de recomendación. No implica reembolsos”. Agradecerían su comprensión, dijeron, mientras los internautas cocinaban memes con la frase.
Pero ¿Qué dice la ley? (Sin dolor no te haces feliz)
Aquí es donde la Profeco entra al ruedo. Según la Ley Federal de Protección al Consumidor, toda garantía ofrecida debe respetarse bajo los términos anunciados. Sin embargo, el artículo 77 aclara que las garantías aplican únicamente en fallas relacionadas con el servicio (como problemas técnicos en la proyección), no con la calidad del producto, en este caso, una película.
En pocas palabras: puedes quejarte si la pantalla se apaga a mitad de la función, pero no si el guión de la película es tan malo que te hace llorar (por las razones equivocadas). Por si las dudas, aquí te dejamos los casos en los que sí aplica un reembolso según los términos actuales de Cinépolis, el reembolso solo procede si:
- La función se cancela por causas de fuerza mayor.
- Hay cambios en el horario que no permiten alternativas.
- Una orden oficial reduce el aforo.
Es decir, si Emilia Pérez no te gustó, mejor lleva tus quejas a Twitter/X porque no hay forma de recuperar tu dinero. Y pues si, eso fue lo que pasó.
¿Una campaña fallida o simplemente malentendida?
Algunos usuarios señalaron que toda esta controversia podría ser un caso de “aprovechamiento premeditado”. Básicamente usando el viejo dicho de “si ya saben como soy, pa’qué me invitan”, hay quienes argumentan que si ya mucho se sabía sobre lo mala que era la película, para qué fueron a verla. Mientras tanto, otros criticaron a Cinépolis por no comunicar claramente el cambio en su política de reembolsos, calificándola como publicidad engañosa.
Hasta el momento, Profeco no ha emitido un comunicado oficial, pero invita a los consumidores a presentar quejas formales mediante su sistema de conciliación. Eso sí, aclaran que es necesario conservar el boleto y cualquier prueba que respalde la reclamación. De incumplir con sus obligaciones, Cinépolis podría enfrentar multas de hasta 300,000 pesos.
Entre memes, quejas formales y un trending topic inesperado, Emilia Pérez ha logrado algo que pocas películas logran: unir a un país… pero en su contra. Mientras tanto, la Garantía Cinépolis, más que una recomendación, parece haberse convertido en un nuevo episodio del cine absurdo mexicano.
