La medida es resultado de la presión ejercida por Donald Trump, con su anuncio sobre aumentar los aranceles a México
Hay que estar monitoreando qué tipo de operativos se van a implementar
Ante el arribo de 10 mil elementos de la Guardia Nacional (GN) a la frontera de México con Estados Unidos se podría caer en medidas violatorias a los derechos humanos de las personas migrantes, alertó el investigador y especialista en temas de seguridad, Edgar Guerra.
Explicó que se trata de una medida que es resultado de la presión ejercida por Donald Trump, con su anuncio sobre aumentar los aranceles a México, “y una manera en que el gobierno de EU ha pensado es que se puede trabajar este tema a través de la militarización de la frontera”.
Indicó que esto pasa necesariamente por el uso de las fuerzas armadas mexicanas, como es la Guardia Nacional, “entonces, no es una medida que digamos nos tome por sorpresa, era esperable que el gobierno mexicano reaccionara con esto, porque ya se había hecho en el pasado, cuando en su primer gobierno presionó al gobierno mexicano, en ese entonces encabezado por López Obrador, para que sellara la frontera, tanto del norte del país como la frontera sur”.
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Dijo que en ese sentido se buscó reducir el flujo migratorio que viene de Centroamérica y de Sudamérica, por lo que era una medida esperable.
“Ahora, es importante hacer el monitoreo de qué tipo de trabajo va a hacer la Guardia Nacional, porque utilizar un contingente tan amplio de 10 mil elementos puede dar medidas violatorias de los derechos humanos, sobre todo, de las personas migrantes”, indicó.
Señaló que hay un riesgo importante y hay que estar monitoreando qué tipo de operativos se van a implementar, cómo se van a diseñar las estrategias operativas para contener el flujo migratorio y en qué población se va a concentrar la GN, sobre todo, cómo van a diferenciar entre migrantes mexicanos y migrantes venezolanos, por eso, dijo, hay que tener un seguimiento puntual sobre estas medidas.
El especialista dijo que esta es una medida reactiva, donde el gobierno federal está respondiendo a una amenaza muy fuerte por parte del gobierno de Trump “y creo, que en términos estratégicos, no es lo más recomendable”.
Añadió que “si hoy Donald Trump vio que accedimos a mandar 10 mil elementos, quizá vuelva a hacer presión de alguna manera y busque que el gobierno de la presidenta tenga otras medidas y creo que ahí hay que ver con una mesa de negociación y cuáles podrán ser las estrategias a largo plazo más duraderas que sí nos permitan tener esa certeza y no estar reaccionando o respondiendo de manera reactiva”.
Sobre el impacto a los estados, dijo que la Guardia Nacional aproximadamente cuenta con 130 mil elementos, “entonces, quizás sí haya alguna redistribución de los elementos, pero no creo que se quiten elementos de las áreas prioritarias que ha identificado el gobierno federal”.
Recalcó que sí existe una identificación de las áreas prioritarias como Sinaloa, Tabasco, Guerrero y sí se han articulado medidas puntuales, “entonces, me parece que no se corre el riesgo de que se descubran otras áreas prioritarias, pero, evidentemente, insisto, este movimiento táctico sí requiere una replaneación estratégica de seguridad nacional, pues se van a requerir más elementos en las fronteras”.