La polémica en torno a Karla Sofía Gascón y su exclusión de la promoción de Emilia Pérez en Estados Unidos ha desatado un intenso debate sobre la cultura de la cancelación, el racismo y los estándares de la industria cinematográfica. Netflix, plataforma encargada de la distribución del filme en EE.UU., decidió apartar a la actriz española tras la reaparición de antiguos tuits con comentarios ofensivos. Sin embargo, la controversia también ha puesto en la mira al director Jacques Audiard, quien en el pasado ha emitido comentarios igualmente polémicos contra la comunidad latina y mexicana, pero sin enfrentar el mismo nivel de repercusiones. ¿Por qué la sanción solo recae sobre Gascón y no sobre el cineasta? ¿Qué medidas tomará la industria ante la evidente diferencia de trato?
La Decisión de Netflix y la Campaña de Emilia Pérez
Netflix, en su esfuerzo por proteger la reputación de la película y su éxito en la temporada de premios, decidió retirar a Gascón de la campaña promocional en EE.UU. La actriz, nominada al Oscar, tenía previsto asistir a eventos clave como los Critics Choice Awards, Producers Guild Awards y los AFI Awards, entre otros. Sin embargo, tras la polémica por sus tuits con contenido racista y despectivo hacia diversos colectivos, la plataforma optó por distanciarse.
Esta medida, aunque esperable en un Hollywood que cada vez es más estricto con las declaraciones de sus figuras públicas, ha generado interrogantes. Gascón no ha sido retirada de la película ni se le ha despojado de su nominación al Oscar, pero la industria ha dejado claro que no respaldará su presencia en la promoción del filme. Curiosamente, aunque el escándalo ha afectado su imagen y su participación en la temporada de premios en EE.UU., en Europa su presencia no ha sido cancelada. Esto lleva a cuestionar si las reglas del “castigo social” varían según el mercado y el impacto comercial de la película en cada región.
¿Solo Karla Sofía Gascón?
Uno de los puntos más criticados de esta decisión es la falta de acciones similares contra el director de la película, Jacques Audiard, quien en el pasado ha realizado declaraciones despectivas contra la comunidad latina y mexicana. ¿Por qué el castigo se dirige solo a la actriz y no a su director? Si bien los comentarios de Gascón son reprochables y han generado un debate legítimo sobre los límites de la libertad de expresión, la industria parece aplicar un doble rasero. Mientras que a la actriz se le aparta, Audiard continúa siendo parte central de la campaña sin enfrentar cuestionamientos públicos ni sanciones por parte de la distribuidora.
Esta diferencia de trato no es nueva en Hollywood. La industria ha mostrado, en varias ocasiones, una tendencia a sancionar con mayor severidad a ciertos artistas mientras protege a otros, dependiendo de factores como su reputación previa, su estatus dentro de la industria o incluso su nacionalidad. En este caso, un director europeo de renombre parece recibir un trato más indulgente en comparación con una actriz española trans que, a pesar de su trayectoria, es percibida como una figura más prescindible dentro del engranaje de la temporada de premios.
¿Cancelación Selectiva o Justicia Cultural?
El caso de Karla Sofía Gascón ilustra una problemática mayor en la industria del entretenimiento. Por un lado, las redes sociales han amplificado el escrutinio público sobre las figuras mediáticas, y las empresas han adoptado estrategias de gestión de crisis para minimizar los daños a sus productos. Por otro lado, el proceso de cancelación no parece ser aplicado con la misma vara para todos los involucrados en una producción. La pregunta central sigue en el aire: ¿por qué se decide castigar únicamente a la actriz y no al director que ha emitido comentarios igual de problemáticos?
La falta de coherencia en las sanciones de Hollywood abre el debate sobre si estas decisiones responden a principios éticos o a intereses comerciales. Si la industria realmente busca sancionar las conductas discriminatorias y ofensivas, debería aplicar sus criterios de manera uniforme. Mientras tanto, la controversia de Gascón sigue generando ruido en un Hollywood que, cada vez más, enfrenta su propio reflejo en el espejo de la cultura de la cancelación.




