México consigue prórroga para la aplicación de aranceles por parte de Estados Unidos, estos son los acuerdos - LJA Aguascalientes
14/02/2025

Las relaciones diplomáticas entre México y Estados Unidos han quedado, una vez más, sujetas a la voluntad de la Casa Blanca. La reciente conversación telefónica entre la presidenta Claudia Sheinbaum y su homólogo estadounidense, Donald Trump, ha resultado en un acuerdo que, si bien frena temporalmente los aranceles del 25% que Washington había anunciado, implica compromisos que colocan a México en una posición de subordinación en temas de seguridad fronteriza y migración.

Un acuerdo bajo presión

El anuncio de aranceles por parte de Trump generó tensión inmediata en los mercados y en los sectores productivos de México. La medida, que buscaba presionar a sus socios comerciales en medio de un discurso proteccionista, amenazaba con golpear fuertemente las exportaciones mexicanas. En este contexto, Sheinbaum optó por un acercamiento rápido, lo que derivó en una llamada con Trump y en un acuerdo cuyas concesiones, más que beneficios, parecen obedecer a las demandas del magnate.

¿Cuál es el precio de esta tregua?

El pacto alcanzado establece cuatro compromisos fundamentales:

  1. México desplegará de inmediato 10,000 elementos de la Guardia Nacional en la frontera norte para frenar el tráfico de drogas, particularmente de fentanilo.
  2. Estados Unidos se compromete a “trabajar” para evitar el tráfico de armas de alto poder hacia México.
  3. Equipos de ambos países trabajarán en conjunto en temas de seguridad y comercio.
  4. Se suspenden los aranceles por un mes.

A primera vista, podría parecer que Sheinbaum logró evitar un golpe económico inmediato. Sin embargo, al examinar los términos del acuerdo, queda claro que México fue orillado a ceder en temas clave como la militarización de su frontera norte y el refuerzo de medidas de seguridad dictadas desde Washington.

Una relación asimétrica

La reacción de Trump a la conversación con Sheinbaum deja entrever la naturaleza de esta “negociación”. El mandatario estadounidense la calificó como “amistosa”, enfatizando que la presidenta de México había aceptado enviar tropas a la frontera “de inmediato”. En sus redes sociales, Trump no ocultó su satisfacción, dejando claro que la pausa de los aranceles es condicional y sujeta a la cooperación mexicana en materia migratoria y de seguridad.


Mientras tanto, Sheinbaum intentó presentar el acuerdo como una solución pragmática, destacando que México logró compromisos del gobierno estadounidense en la lucha contra el tráfico de armas. Sin embargo, el contraste en las declaraciones de ambos líderes revela la realidad: Trump obtuvo rápidamente lo que quería, mientras que México aún espera reciprocidad en sus demandas.

Un mes de incertidumbre

El acuerdo tiene una vigencia de apenas 30 días, lo que implica que la presión sobre México continuará en las próximas semanas. Durante este periodo, los equipos de seguridad y comercio de ambos países mantendrán reuniones, con la promesa de encontrar una solución a largo plazo. No obstante, el antecedente inmediato no es alentador: en 2019, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador cedió a presiones similares de Trump, desplegando a la Guardia Nacional en la frontera sur para frenar la migración y evitar la imposición de aranceles.

¿Una soberanía en riesgo?

Si bien la presidenta Sheinbaum insistió en que la conversación con Trump se dio en un marco de “respeto a la soberanía”, los hechos parecen contradecir esta afirmación. México está tomando medidas que responden más a la política interna de Estados Unidos que a su propia agenda nacional. El despliegue inmediato de la Guardia Nacional, una fuerza creada con un propósito de seguridad interna, para atender una exigencia extranjera es una muestra clara de cómo la presión comercial puede traducirse en control político.

El amago de los aranceles ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de México frente a su principal socio comercial. Mientras Trump juega con las tarifas para fortalecer su discurso político, el gobierno mexicano se ve obligado a hacer concesiones que pueden sentar un peligroso precedente.

¿negociación o sumisión?

El pacto entre Sheinbaum y Trump no es una victoria diplomática para México, sino una estrategia de contención que le permite a Washington imponer condiciones sin consecuencias inmediatas. En un mes, las amenazas de aranceles pueden resurgir y las exigencias de Trump pueden aumentar. Mientras tanto, México ya ha pagado un precio alto: el despliegue de tropas y la aceptación de una relación cada vez más asimétrica.

Vía Tercera Vía


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