Mientras el mundo del básquet celebra los 53 años de Shaquille O’Neal, la fuerza más dominante que jamás haya pisado una cancha de la NBA, una estrella emergente brilla con luz propia: Audi Crooks, la centro de Iowa State Cyclones conocida como la “Lady Shaq”. A sus 20 años, esta joven de Algona, Iowa, no solo está rompiendo récords en el baloncesto universitario femenino, sino que lleva en su juego un eco del legendario Shaq, quien hoy sopla las velas como el titán que redefinió la pintura.
El ascenso de Audi Crooks
Audi Crooks no es una estrella fugaz; es un cometa que lleva años iluminando el cielo. Nacida el 13 de diciembre de 2004 en Algona, Iowa, un pueblo de apenas 5,000 habitantes, creció con un balón en las manos y un físico que parecía predestinado para el básquet: 1.90 metros y más de 100 kilos de pura potencia. En Bishop Garrigan High School, dejó una marca imborrable: 2,734 puntos, tercera mejor marca histórica en Iowa, un promedio de 23.2 puntos y 11.9 rebotes por juego, y un absurdo 72% en tiros de campo como freshman. No era solo una jugadora; era un huracán con trenzas.
En 2023, llegó a Iowa State como una recluta cuatro estrellas, y su impacto fue inmediato. En el March Madness 2024, debutó con 40 puntos y 12 rebotes ante Maryland, liderando una remontada épica de 20 puntos. Hoy, en su segunda temporada (2024-25), lidera la Big 12 con 23.3 puntos y 8.1 rebotes por partido, y un 59.7% de efectividad, números que la tienen en boca de todos, desde Kevin Garnett hasta los fans en X que la llaman “Shaq reinventada”.
El estilo de la “Lady Shaq”: Poder con toque de artista
Ver a Audi Crooks en la pintura es como asistir a una clase de dominio old-school con un giro moderno. Su juego es simple pero devastador: recibe el balón en el poste bajo, usa su corpulencia para desplazar a las rivales y termina con ganchos suaves o bandejas que parecen caricias al aro. Contra Kansas State el 2 de marzo de 2025, dejó una postal: 36 puntos, 10 rebotes, 14/18 en tiros, un recital que Garnett aplaudió en Instagram con un “¡Eso es bloqueo puro!”.
No dunkeará tableros, pero su basketball IQ y su juego de pies compensan con creces. Absorbe el contacto como si nada, pivotea con elegancia y encuentra el aro aunque la doble o triple marquen.
“Es una fuerza de la naturaleza”
Dijo su entrenador Bill Fennelly, y no exagera: su 59.7% en tiros esta temporada es un grito de eficiencia. Es como si combinara la fuerza bruta de un rinoceronte con el toque de un pintor renacentista.
¿Por qué “Lady Shaq”?
El apodo “Lady Shaq” no salió de la nada; es un puente entre generaciones que conecta a Audi con Shaquille O’Neal, quien hoy, en su cumpleaños 53, sigue siendo el estándar de dominación en la NBA. Shaq, nacido el 6 de marzo de 1972 en Newark, Nueva Jersey, fue un coloso de 2.16 metros y 147 kilos que transformó el juego. En 19 temporadas, promedió 23.7 puntos y 10.9 rebotes, ganó cuatro anillos (tres con Lakers, uno con Heat) y dejó un legado de tableros rotos y defensas destruidas. Su pico en 2000 con los Lakers, 29.7 puntos, 13.6 rebotes, sigue siendo la vara con la que se miden los centros.
¿Por qué Audi es su heredera?. Porque ambos comparten una esencia: la pintura es su reino. Shaq llegaba al poste, giraba como un tornado y aplastaba el aro con dunks que hacían temblar arenas; Audi, con menos altura pero igual presencia, usa su cuerpo como un muro y anota con una facilidad que desmoraliza. Shaq vivía del contacto, sus rivales lo foulearon tanto que nació el “Hack-a-Shaq” por su 52.7% en libres; Audi lo absorbe y responde con puntos. Él era un tren sin frenos; ella, un bulldozer con pincel.
“Old-school fundamentals con dominación moderna”, dijo Garnett, y el apodo pegó.
El titán que marcó la NBA
Mientras Shaq celebra sus 53 años, vale la pena rendirle tributo. Fue la fuerza más dominante que jamás pisó la NBA, un gigante que combinaba tamaño, agilidad y carisma. En Orlando, llevó a los Magic a las Finales de 1995; en Los Ángeles, formó con Kobe Bryant una dupla legendaria que ganó tres títulos seguidos (2000-02); en Miami, guió al Heat al campeonato en 2006 junto a Dwyane Wade. Sus 28,596 puntos lo dejaron séptimo en la historia al retirarse en 2011, y sus 15 All-Star Games son un testamento a su reinado.
Shaq no solo jugaba; destruía. Sus mates eran terremotos, sus bloqueos y su risa en la cara de los rivales, un arma psicológica.
“Nadie paraba a Shaq en su prime”
Dijo Charles Barkley alguna vez en TNT. Audi, con su estilo, rinde homenaje a ese legado cada vez que pisa la pintura.
¿March Madness y más allá?
Audi Crooks no solo lleva el apodo; lleva la presión de ser una estrella en ascenso. En el March Madness 2025, que arranca el 19 de marzo contra Michigan (Watson), podría guiar a Iowa State a su primer título desde 2001. Con partidos como su 33 puntos y 7 rebotes ante Kansas el 1 de enero, demuestra que está lista para el desafío. La WNBA ya la observa, equipos como Las Vegas Aces o las Indiana Fever podrían apostar por ella en 2027 si sigue este ritmo.
Pero Audi es más que números. Su respuesta a las críticas sobre su cuerpo. “Hay 100 comentarios sobre mi físico, pero 1,000 sobre mi juego”, muestra una madurez que Shaq, con su humor y confianza, habría aplaudido. Así que Audi Crooks es la heredera que mantiene viva la llama de la dominación en la pintura.
