El fraude ha evolucionado. Antes, los estafadores necesitaban que uno hiciera clic en enlaces sospechosos o descargara archivos maliciosos, pero eso ya es cosa del pasado. Ahora, las trampas llegan con videollamadas y hasta con un elegante disfraz de inteligencia artificial (IA). La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y la Policía Nacional han lanzado alertas sobre las nuevas estrategias de engaño que están dejando a más de uno con la cuenta en ceros y la autoestima por los suelos.
La estafa 2.0: IA y WhatsApp, el dúo perfecto para desfalcarte
Atrás quedaron los tiempos en los que los estafadores te pedían los datos con mensajes escritos en un español más roto que un billete de 20 pesos en la lavadora. Ahora, con el respaldo de la IA, los delincuentes han perfeccionado sus técnicas, generando audios y páginas falsas que harían dudar hasta al más desconfiado. Suplantan identidades bancarias, falsifican logotipos y hasta replican voces para hacerte creer que, efectivamente, tu banco te está llamando para “protegerte”. Spoiler: lo único que protegen es su propio bolsillo.
Uno de los métodos más recientes involucra videollamadas en WhatsApp. Sí, así como lo lees. Ahora los estafadores te invitan amablemente a compartir tu pantalla bajo la excusa de “resolver un problema urgente con tu cuenta bancaria”. Y ahí, sin necesidad de virus ni links trampa, se llevan toda la información que necesitas para sufrir un colapso financiero en vivo y en directo.
Prefijos internacionales: si contestas, perdiste
Otro de los trucos predilectos de los ciberdelincuentes es hacer llamadas desde números con prefijos internacionales. La lógica detrás de esta estrategia es simple: al operar desde países con regulaciones laxas, pueden cometer fraudes con menor riesgo de ser rastreados. En este esquema, cuatro prefijos han sido identificados como los más peligrosos:
- +355 (Albania)
- +225 (Costa de Marfil)
- +233 (Ghana)
- +234 (Nigeria)
El Instituto Nacional de Ciberseguridad de España y la Policía Cibernética han advertido que contestar una llamada de estos números equivale, prácticamente, a levantar la mano y decir: “¡Aquí estoy, robenme!”. No solo intentarán sacarte información financiera, sino que, en algunos casos, se han reportado intentos de extorsión e incluso secuestros virtuales. La recomendación es clara: si ves estos prefijos, mejor bloquea y sigue con tu día.
El clásico “monta deudas”: Porque un fraude nunca es suficiente
Por si no fuera suficiente con las videollamadas trampa y las llamadas internacionales, existe otro método que ha resurgido con fuerza: el “monta deudas”. Este esquema de préstamos exprés promete dinero fácil y rápido sin apenas requisitos. ¿La trampa? Los intereses crecen tan descontroladamente que, en poco tiempo, la deuda se vuelve impagable. Para presionar a las víctimas, los estafadores recurren a amenazas y hostigamiento. En muchos casos, incluso usan la IA para falsificar documentos y “legalizar” sus abusos.
¿Cómo evitar que tu ingenuidad financie a los estafadores?
Aunque estos fraudes evolucionan constantemente, hay formas de protegerse sin necesidad de convertirse en un paranoico tecnológico:
- Nunca compartas tu pantalla en una videollamada, especialmente con desconocidos o supuestos representantes de bancos. Si un banco realmente necesita comunicarse contigo, lo hará a través de canales oficiales, no por WhatsApp.
- Si un número internacional te llama y no tienes familiares en Albania o Costa de Marfil, simplemente no contestes. Y si por error lo hiciste, evita dar información personal o financiera.
- Verifica la autenticidad de cualquier mensaje sospechoso llamando directamente a la entidad bancaria. Si te urge confirmar algo, hazlo por los canales oficiales, no por la vía que los estafadores te indiquen.
- Desconfía de préstamos demasiado fáciles. Nadie regala dinero porque sí, y si una financiera te presta sin apenas requisitos, probablemente quiera más de lo que imaginas.
- Si algo parece demasiado urgente o demasiado bueno para ser verdad, probablemente sea un fraude.
El panorama no es alentador: cada día aparecen nuevos métodos de estafa, y la IA no está ayudando precisamente a reducirlos. Pero con información y un poco de sentido común, podemos evitar que nuestro dinero termine financiando la creatividad criminal de los ciberdelincuentes.
