La cineasta aguascalentense Isaura Márquez presentó su cortometraje Mamá Juana, un proyecto profundamente personal que tardó cinco años en ver la luz y que rinde homenaje a su abuela. Durante la presentación, Márquez compartió la intensa carga emocional detrás de esta producción y el proceso de duelo que influyó en su realización.
“Me escondí del público porque sabía lo que me podía provocar verlo. Sabía que me haría llorar, pero también me hacía sentir feliz y nerviosa. Después de cinco años de estar guardado, por fin salió a la luz”, expresó.
Isaura reveló que la decisión de no estrenar el cortometraje antes se debió a que su abuela aún estaba viva cuando fue grabado en 2021. Su fallecimiento en noviembre de 2023, coincidió con un detalle inesperado: la lluvia, un elemento clave en la historia del corto. “Llovió a la misma hora que en el cortometraje. Sentí que era el momento indicado para sacarlo”, mencionó.
El duelo fue un factor determinante para el estreno. “Esperé seis meses después de su fallecimiento para poder volver a pensar en él. Al verlo terminado, me di cuenta de que ya no quería cambiarle nada más.”, explicó.
El cortometraje no solo representa un homenaje, sino también una forma de reconciliación con su pasado. “Mi relación con mi abuela fue caótica en vida, pero tuvimos la oportunidad de sanar antes de su partida. Eso hizo que contar esta historia fuera menos dolorosa y me ayudó a enfrentar las culpas que surgen en el duelo”, compartió Márquez.
El cortometraje fue creado con un equipo multidisciplinario, conformado no solo por cineastas, sino también por artistas visuales, ingenieros agrónomos, biólogos y personas de comunidad sin estudios formales en cine. Para Isaura, esta mezcla de talentos es prueba de que el cine es para todos. “El cine no es exclusivo de quienes estudiaron en una gran escuela. Es un medio en el que cualquiera puede plasmar su historia”, afirmó.
Su inspiración viene de grandes cineastas como Alejandro González Iñárritu, cuyo consejo la guió en este proceso: “Si sientes algo en el estómago, ese es el camino”. Y, en su caso, el cortometraje siempre le generó una sensación profunda. “Mucha gente del equipo sintió lo mismo cuando terminamos el rodaje. Nos decían ‘aquí hay algo muy grande’ y lo aprovechamos al máximo”, contó.
También destacó la importancia del cine independiente y cómo los grandes referentes actuales han demostrado que no es necesario contar con presupuestos millonarios para hacer películas impactantes. “El ganador de la Palma de Oro y del Óscar, Sean Baker, hizo su primera película con un iPhone. No necesitas millones para contar historias, solo necesitas la voluntad de hacerlo”, enfatizó.
Más allá de su experiencia personal, Márquez hizo un llamado a los cineastas y creativos locales a no esperar condiciones perfectas para contar sus historias. “No podemos quedarnos de brazos cruzados solo porque no somos de la Ciudad de México. En Aguascalientes también hay historias que contar”, expresó con convicción.
Con Mamá Juana, Isaura Márquez no solo honra la memoria de su abuela, sino que también abre la puerta al cine como un espacio de expresión y resistencia, recordando que cualquier persona, sin importar su formación o recursos, puede tomar una cámara, grabar y compartir su visión con el mundo.