- Armando Ávila Moreno enfatizó la importancia del valor agregado para mejorar la competitividad y rentabilidad de productos en el mercado
- Pequeñas mejoras, como funciones adicionales o empaques atractivos, pueden influir significativamente en la decisión de compra del consumidor
- El valor agregado beneficia tanto a grandes empresas como a pequeños y medianos negocios en mercados altamente competitivos
En el mundo de los negocios, la diferenciación de un producto puede ser la clave del éxito. Así lo destacó Armando Ávila Moreno, ex directivo de Nissan: “El valor agregado hace que cualquier producto sea más competitivo. No solo lo beneficia a él, sino a toda la industria”, explicó. Desde su perspectiva, incluso los cambios más pequeños pueden generar un impacto significativo en la percepción del consumidor y, en consecuencia, en las ventas.
A modo de ejemplo, Ávila Moreno mencionó que, la industria de la tecnología, donde los detalles marcan la diferencia en la decisión de compra: “Tomemos el caso de las televisiones. A simple vista pueden parecer iguales, pero si una ofrece una función adicional, aunque su precio sea mayor, el cliente la elegirá”, señaló.
Este principio, afirmó, aplica a cualquier sector: “Si un producto tiene una insignia que lo distingue, su utilidad se incrementa. El reto está en identificar esas pequeñas mejoras que pueden hacer una gran diferencia en la experiencia del usuario”, agregó.
Más allá de la innovación tecnológica, el concepto de valor agregado también se extiende a la personalización y la optimización de procesos. Desde empaques atractivos hasta funciones adicionales, cualquier detalle que haga que un producto destaque en el mercado contribuye a su éxito comercial.
El exdirectivo subrayó que este enfoque no solo beneficia a las grandes empresas, sino también a los pequeños y medianos negocios que buscan fortalecer su presencia en un mercado altamente competitivo: “Subir la utilidad, aunque sea un centavo, puede marcar la diferencia cuando hablamos de miles de productos”, puntualizó.
Para concluir, hizo un llamado a la industria mexicana a apostar por estrategias que impulsen la competitividad de sus productos a través del valor agregado: “Es lo que define si un cliente elige nuestro producto o el de la competencia. Esa pequeña diferencia es la que hace que la rentabilidad crezca y el mercado avance”, finalizó.




