Mientras el mundo celebraba el Día de Pi (sí, 3.14, un guiño nerd que hasta los matemáticos aplaudieron), Stephen Curry decidió que era el momento perfecto para hacer historia… otra vez. En un Chase Center vibrante, frente a los Sacramento Kings, el pequeño gigante de los Golden State Warriors clavó su triple número 4,000 en temporada regular, convirtiéndose en el primer ser humano en la NBA en alcanzar esa cifra estratosférica. ¿Casualidad? No, señores, esto es Curry siendo Curry: un mago del baloncesto que convierte lo imposible en rutina y lo celebra con la humildad de quien pide una pizza un martes por la noche.
Imagina esto: tercer cuarto, 8:19 en el reloj, los Kings intentando descifrar cómo frenar al hombre que parece disparar desde otra galaxia. Moses Moody le pasa el balón tras un rebote caótico, y Curry, con la calma de un monje zen y la precisión de un francotirador, lanza desde el ala derecha. ¡Bam! El balón besó la red, la tribuna estalló, y el marcador confirmó lo que ya sabíamos: este tipo no es normal. Con 37 años recién cumplidos hoy, Steph no solo rompió un récord, sino que nos dio una clase magistral de cómo reescribir el juego con un balón y una sonrisa.
Más allá de los 4,000: El legado de un revolucionario
Vamos a poner esto en perspectiva, porque 4,000 triples no es solo un número, es una declaración de guerra contra la lógica. Cuando Curry llegó a la NBA en 2009, seleccionado séptimo por los Warriors (sí, seis equipos pasaron de él), nadie imaginaba que este flacucho de Davidson College, iba a cambiar el baloncesto para siempre.
Antes de él, los triples eran un lujo; hoy, gracias a Steph, son el pan de cada día. Ray Allen, el antiguo rey del tiro largo, se retiró con 2,973 triples, una marca que parecía inalcanzable. Curry lo superó en 2021 y, desde entonces, ha seguido sumando como si estuviera jugando NBA 2K en modo fácil.
Pero espera, que esto no se queda en los 4,000. Aquí va una lista de logros que harían sonrojar a cualquier leyenda:
- 4 anillos de campeón (2015, 2017, 2018, 2022): Porque no basta con tirar bien, también hay que ganar.
- 2 MVP de la liga (2015-16 unánime, el primero en la historia): 131 votos de 131, un “jaque mate” a los escépticos.
- 1 MVP de las Finales (2022): Silenciando a quienes decían que no podía liderar en los momentos clutch.
- 11 veces All-Star: Y contando, porque a sus 37 sigue siendo el alma de la fiesta.
- Récord de triples en una temporada: 402 en 2015-16, una locura que aún huele a ciencia ficción.
- Oro olímpico en París 2024: Porque también domina fuera de la NBA.
- Más partidos con 10+ triples: 26, y el segundo lugar está tan lejos que ni se ve con binoculares.
- Líder de la liga en triples en ocho ocasiones: Así es, los récords de cinco de los seis triples más anotados en una sola temporada pertenecen a Curry; sus cinco temporadas con más de 300 triples son tres más que el resto de la NBA.
El hombre que disparó desde el estacionamiento y acertó
Lo que hace a Curry especial no es solo su puntería, sino cómo lo hace. ¿Recuerdas cuándo en 2016 lanzó 13 triples en un juego contra New Orleans?, ¿o cuándo en 2023 metió 9 en las Finales Olímpicas para callar bocas en París?. Este hombre no solo tira de lejos, sino que lo hace con una mezcla de descaro y elegancia que te deja preguntándote si es humano o un glitch en la matrix. Steve Kerr, su entrenador, lo dijo anoche:
“4,000 es una cifra descabellada. Estoy tan acostumbrado a sus triples que ya no me sorprendo, pero esto es otro nivel”.
Y no es solo el tiro. Curry tiene un carisma que trasciende la cancha. Es el tipo que celebra con un shimmy, que dedica triples a su hija Riley desde la banca, y que una vez confesó que su ritual pre-partido incluye comer palomitas. Sí, palomitas. Mientras LeBron James tiene su imperio y Michael Jordan su aura de dios intocable, Curry es el vecino simpático que te invita a jugar en su patio… y luego te humilla con un crossover y un tiro desde el logo.
El impacto: Un juego que ya no es el mismo
Antes de Curry, el baloncesto era un juego de gigantes: centros dominantes, alley-oops y pintura congestionada. Hoy, gracias a él, los niños sueñan con tirar desde 30 pies en lugar de clavar el balón. La NBA promedia más triples por partido que nunca, y los entrenadores de high school ahora enseñan a disparar desde el medio campo como si fuera un layup. James Harden (3,127 triples) y Damian Lillard (2,794) lo persiguen, pero están a años luz de alcanzar al rey. ¿5,000 triples? No lo dudes, Curry tiene gasolina para eso y más.
Un guiño al pasado y un ojo al futuro
Para los nostálgicos, aquí va un dato que te sacará una lágrima: su primer triple en la NBA fue el 28 de octubre de 2009 contra Houston, asistido por Andris Biedrins, un pívot que hoy suena a reliquia. Anoche, los Warriors proyectaron un video de Biedrins felicitándolo, y Curry casi llora. “Ese pase marcó el inicio. Nunca imaginé llegar aquí”, dijo. De ese tiro tembloroso a los 4,000, hay una línea de grandeza trazada con humildad.
¿Y qué sigue? Con dos años más de contrato y un cuerpo que parece ignorar el calendario, Curry podría llegar a 5,000 triples. ¿Por qué no 6,000? Si alguien puede, es él. Imagina esto: un retiro a los 40, con más anillos, más récords, y una generación de jugadores diciendo “yo tiré triples por él”. Anoche, tras el juego, dejó una frase que suena a profecía:
“Mientras pueda correr y tirar, seguiré sumando”.
Curry: El chef que cocinó una revolución
Así que, mientras celebramos los 4,000 triples, brindemos por Stephen Curry: el flaco que llegó sin fanfarria, rompió las reglas, y nos enseñó que el baloncesto no tiene límites si tienes puntería y corazón. No es solo el mejor tirador de la historia; es el tipo que hizo del triple un arte, del juego una fiesta, y de la NBA su patio trasero.
