Teuchitlán, el Ayotzinapa del obradorismo
El caso de Teuchitlán marcará al obradorismo, como en su momento lo hizo Ayotzinapa en el sexenio de Peña Nieto. No transcurrió ni una semana, cuando las huestes oficialistas salieron a desacreditar el terror que se vivía en el narcocampamento de Jalisco.
El presidente del Senado, Fernandez Noroña, se atrevió a insinuar que todo es un montaje para atacar al gobierno federal.
Contrario a la cruda realidad que han descrito algunos sobrevivientes de estos campos del crimen organizado, el gobierno de Sheinbaum ha emprendido una campaña para suavizar el tema y sostener que todo apunta a una acto de golpeteo contra su administración.
Lo cierto es que ni la presidenta, ni sus voceros, pueden desmentir la realidad: México es un cementerio y no hay gobierno que pueda ponerle un alto a la narcoviolencia.
El narcocampamento de Teuchitlán, que tiñe de rojo a las autoridades por su complicidad, su omisión y su falta de escrúpulos; es sólo uno de los cientos que hay por todo el país.
El narcocampamento del rancho Izaguirre tunde con fuerza al obradorismo, que no ha podido o no ha querido combatir a los criminales con toda la fuerza del Estado.
Como en Ayotzinapa, la magnitud de la tragedia tiene desconcertados a los gobiernos involucrados, pues desnudó su incapacidad. No ha transcurrido ni un mes del hallazgo de las Madres Buscadoras y el morenismo luce desesperado.
No presidenta, no son bots, ni es la oposición la que golpea con dureza la imagen de su gobierno; son años de pasividad que permitieron a los carteles del narco, hacer de este país su patio trasero.
Por eso hoy, su administración está acorralada ante la mano dura de Trump, quien le ha marcado la agenda desde el inicio de su gobierno. El caso de Teuchitlán hará eco en su gobierno hasta el final de sus días.
Los desaparecidos tenían nombre y apellido. Familias. Se equivoca el presidente del Senado con su, por decir lo menos, despreciable mensaje. Esos zapatos sí son de personas que fueron levantadas y obligadas a asesinar y a desaparecer a otros.
Teuchitlán será el Ayotzinapa del obradorismo. Siete años de gobierno, de un grupo político que sigue culpando al pasado de su falta de resultados en este terreno. Para las Madres Buscadoras y para todos quienes hoy buscan a un familiar, mi solidaridad y respeto.