- Aguascalientes será el epicentro de un encuentro artístico sin fronteras con la gira “De la Chicha al Pulque”, una propuesta que nace desde el corazón de dos culturas hermanas: México y Bolivia. El próximo 1 de mayo, el escenario principal del Corredor Cultural Carranza recibirá esta explosiva fusión a las 9:00 p.m., con la participación de artistas bolivianos y mexicanos en un espectáculo que promete música, identidad y resistencia.
La productora María Renne Rusbell, actriz y creadora del proyecto, compartió que esta iniciativa comenzó a gestarse hace más de una década tras un viaje a Colombia, donde se dio cuenta de las similitudes culturales entre países latinoamericanos. Sin embargo, fue el fallecimiento en enero de 2024 del director boliviano Iverint Franco López, quien también soñaba con esta unión artística, lo que detonó la decisión de concretar el proyecto.
“Por ti vamos a hacerlo”, dijo Renne, conmovida. “Este proyecto es un puente entre México y Bolivia, entre artistas que quieren llevar y traer arte, que quieren compartir desde la música, el teatro, la danza, el cine y la pintura”.
La gira incluye a Alandino, Perro Negro y Pablo Pachacutik, artistas bolivianos que han trabajado juntos en un tejido creativo que une sonidos andinos y amazónicos, con letras que exploran lo social, lo político y lo ancestral. En colaboración con la agrupación aguascalentense 15-75, conformada por Chaneque y Víctor Briseño, han creado una propuesta única que mezcla rap, cumbia, reggae y folklore latinoamericano. “Nuestras letras son picantes, nuestros ritmos calientes”, dijo Alandino. “La chicha y el pulque son símbolos de resistencia, bebidas fermentadas que nos conectan con nuestras raíces”.
Además del concierto principal, 15-75 también se presentará el mismo día a las 5:30 p.m., llevando su fusión de rap con instrumentos mexicanos a otro nivel. El grupo se inspira en la cultura de Aguascalientes, tomando su nombre del año de fundación del estado y nutriéndose del legado artístico de figuras como José Guadalupe Posada.
Durante su visita, los artistas bolivianos también impartirán talleres de rap, producción musical, DJ, imagen y arte gráfico del 10 al 12 de abril, fusionando metodologías como la danzaterapia y la musicoterapia. Para más información, se puede consultar sus redes sociales, como @alandinooficial.
Para Perro Negro, cuyo nombre real es José Antonio Miranda, esta experiencia ha sido profundamente emotiva: “Me he sentido abrazado. Este sueño de unir a Bolivia y México por medio del arte hoy es una realidad”.
Por su parte, Pablo Pachacutik, con más de 20 años en la música, destaca la importancia de romper géneros y estructuras: “Estamos creando una bomba tropical rockera. México y Bolivia tienen muchas similitudes, sobre todo en su raíz indígena y su resistencia cultural”.
La colaboración entre 15-75 y los músicos bolivianos ya dio frutos con su primera canción conjunta y planean seguir creando más piezas. Además, proyectan llevar este intercambio a Bolivia en 2026. “Queremos que esta unión crezca, que más artistas se sumen y que el arte siga rompiendo fronteras”, afirmó Víctor Briseño.
“De la Chicha al Pulque” no es solo un concierto: es un acto de memoria, de amor por las raíces, de lucha por la identidad y de celebración de lo que nos une como latinoamericanos.




