Siete de las psicólogas que se encuentran en la Dirección de Salud Mental son especialistas en sexología
En el sector salud no están admitidas las terapias de conversión
Las terapias de conversión son un absurdo, consideró el director de Salud Mental, Héctor Grijalva Tamayo, quien dijo que desde hace 25 años que nació la Dirección de Salud Mental se atienden a personas con una identidad u orientación sexual distinta, mismas que recurren a atenderse pero por otro tipo de problemas.
“La totalidad de ellos no acuden a consulta para tratar de cambiar, eso no ocurre, sino que acuden por problemas personales como por depresión, ansiedad, conflictos de pareja, familia o para manejar el rechazo social, pero no por su identidad”, mencionó.
Dijo que se les da atención e incluso siete de las psicólogas que se encuentran en la Dirección de Salud Mental son especialistas en sexología, “entonces, los saben atender muy bien, porque, insisto, no se trata de corregir o cambiar, pues la identidad es eso”.
Explicó que el homosexualismo no es una deformidad ni una conducta errática, sino simple y sencillamente una orientación “y, bueno, para terapias de conversión con nosotros no han llegado y si llegaran los orientaríamos”.
Explicó que llama la atención que todavía existan personas que sigan pensando, creyendo o, incluso, opinando, si es que nacen o se hacen: “esto es un tema definido desde hace muchos años, es algo congénito, no es un problema de conducta y no es que se conviertan”.
Dijo que por esto hay ciertos términos como la “preferencia sexual” que están mal empleados, pues no se puede hablar de una preferencia como tal, sino de una identidad.
Indicó que, en el caso de los padres de familia, muchos han llegado a solicitar la atención: “tienen hijos jóvenes, adolescentes, que evidencian su identidad y los papás confundidos pretenden que se les haga algo para que cambien, pero nuestra labor es convencerlos de que no hay nada que cambiar”.
Grijalva Tamayo señaló que son pocos los casos que se presentan para tratar de cambiar a una persona, “realmente, estamos hablando de 15 casos al año”.
Asimismo, descartó que se tenga evidencia de que se apliquen terapias de conversión en los anexos, señalando que solo son 10 anexos los que están reconocidos, de más de 80 que hay en el estado.
Destacó que muchos de estos lugares escapan del control de las autoridades de salud debido a que operan de manera clandestina, por lo que no podría asegurarse que esto suceda.
Recalcó que desde el sector salud las terapias de conversión no son admitidas.




