Huevos tibios | Bajo presión por: Edilberto Aldán - LJA Aguascalientes
17/05/2025

Bajo presión 

Huevos tibios 

Mi hijo es ya un adolescente y jamás le he dado a probar huevos tibios, sé que por el tiempo menor de cocción algunas vitaminas se conservan mejor, que el estado de la yema facilita la absorción de ciertos nutrientes y que implica no usar grasa al cocinar; no se los he dado a probar porque estoy seguro que rechazará la consistencia del platillo, no creo que apruebe la textura de la mezcla de la clara cuajada y la yema líquida, aunque para ser sincero, quizá se deba a una asociación de palabras, en México llamar a alguien “huevos tibios” tiene una carga despectiva, refiere a una persona que no se atreve a actuar con firmeza, le falta de decisión, no tiene el carácter para defender en lo que cree, justo como los integrantes del Congresito de Aguascalientes.

Con la petulancia que distingue a los ignorantes, los diputados de Aguascalientes promocionan en su comunicado de prensa que, el día de ayer, “en un hecho sin precedentes”, por unanimidad reformaron la Constitución local para establecer que la tauromaquia, charrería y peleas de gallos, son expresiones históricas y tradiciones culturales emblemáticas, por lo que deben de ser protegidas y promovidas como parte del patrimonio cultural inmaterial de la entidad y de la Feria Nacional de San Marcos. En la misma sesión, el Congresito  modificó el Código Penal estatal para crear el tipo penal Provocación a Cometer un Delito o Apología del Delito, para ejercer la censura y prohibir los narcocorridos.

Para defender toros, charros y gallos subieron a tribuna diputados de todos los partidos, Adán Valdivia López, Emmanuel Sánchez Nájera, Lucía de León Ursúa, Maximiliano Ramírez, Fernando Alférez y Daniela López, envueltos en la bandera provinciana de la patria chica gritaron vivas a Aguascalientes, la fiesta brava y la libertad, con los ojitos chinos de la emoción y salivando como si escucharan Pelea de Gallos exaltaron a la Feria porque ofrece cultura, tradición, empleos, derrama económica y es parte de la identidad de Aguascalientes. Cada discurso fue más sentimentaloide que el anterior, salpicado de algunos datos económicos para que no se oyera tan cursi; aprobada por unanimidad esta iniciativa, diputadas y diputados se acomodaron orondos en sus curules, asumiendo que son defensores de las libertades, para enseguida votar por la censura de los narcocorridos.

La invención del tipo penal Provocación a Cometer un Delito o Apología del Delito fue aprobado por 20 votos, este acto de censura que el Congresito se niega a llamar por su nombre fue justificado por el diputado Rodrigo Cervantes, encargado de exponer la confusa 

definición: “por apología se entiende la acción puesta en discurso o argumento en defensa  o justificación a alguien o algo de manera exaltada, es expresar alabanza, elogiar, justificar o defender a una persona o grupo de individuos, o una causa generalmente polémica sujetas en contrariedad a la ley”; sin ninguna prueba, pero con harta grandilocuencia, el panista agregó que “se trata de un acto de responsabilidad democrática y constitucional que atiende a la necesidad de preservar el orden público, prevenir la violencia y proteger los derechos de las personas en estado de vulnerabilidad”.

Los pocos que se animaron a subir a tribuna para defender que no están prohibiendo sino regulando, fueron incapaces de probar que la creación del tipo penal auxilie a modificar la realidad, Emmanuel Sánchez Nájera agitó el petate del muerto señalando lo evidente, según él, la apología del delito que se hace desde este género musical ayuda a marcar territorios (ante los oídos con audífonos de las autoridades de seguridad) y hasta cuelgan mantas prohibiendo que se presenten cantantes (y eso nomás lo puede hacer el gobierno, ¿verdad?), acusó que los cantantes de narcocorridos suelen ser utilizados para lavar dinero (lo que evitará el nuevo tipo penal, porque seguro el censor va a ser la UIF), con huevos tibios, el perredista levantó los hombros y cerró con un “nos vamos a tener que ir acostumbrando a ciertas cosas”

El comunicado oficial señala los castigos y sanciones administrativas: Prisión de hasta dos años  a quienes difundan este tipo de contenidos a niñas, niños y adolescentes. Sanciones administrativas conforme a lo que establece la legislación municipal, con multas económicas que podrían superar el millón de pesos. Delito que se perseguirá de oficio. Las sanciones alcanzarían a concesionarios de los inmuebles donde se realice el evento de carácter artístico. 


Con los huevos tibios que caracterizan sus argumentos cuando no son denostaciones al gobierno, Fernando Alférez presentó una reserva en lo particular, salpicada de referencias históricas al mayo francés del 68, para destacar que el tipo penal tiene como propósito agarrar en la movida a los concesionarios del casino de la Feria. Esta reserva del morenita discapacitado visual fue aprobada con 18 votos y ya tuvo sus primeras consecuencias fuera del recinto legislativo, apenas aprobaron la prohibición los diputados, el titular de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, Antonio Martínez Romo, ya avisó que serán estrictos con la censura, “Nosotros estaremos vigilando, inclusive estaremos dando rondines dentro de antros y en restaurantes, vamos a entrar hasta los baños”, declaró el policía; si en la Feria le agarran las ganas, cuidado, no vaya a ser que le pateen la puerta del baño para asegurarse que no escuche alguna pieza de Luis R. Conriquez, o le arranquen los audífonos al grito de “esto es una medida preventiva”, como justificó la censura Fernando Alférez.

La ideota de censurar fue aplaudida por la mayoría del Congresito, sólo seis legisladores votaron en contra: Ana Laura Gómez Calzada, Daniela Miyuki López, Myriam Yasu Muñoz Márquez, Alejandra Peña Curiel, Rodrigo Iván González Mireles y José Trinidad Romo, pero sólo la de Movimiento Ciudadano se animó a subir a tribuna para explicar por qué la prohibición implica censura y cómo ocultar las narcocorridos no cambia la realidad, pero nadie estuvo dispuesto a escuchar a Daniela López, ninguno de los prohibicionistas está dispuesto a defender todas las libertades, sólo las que los hacen quedar bien con algunos sectores, no le asegura voto alguno defender la libertad de expresión, reconocer el valor testimonial y de libertad artística de los corridos, mucho menos aceptar que es una industria cultural y económica, con un peso semejante a los toros y gallos que defendieron.

Cada legislatura de Aguascalientes se empeña en demostrar que es peor que la anterior, una muestra de ello es que no se propicia debate alguno, los diputados consideran la tribuna un adorno a lucir en sus publicaciones en redes sociales, no se buscan acuerdos, sólo se acatan las órdenes recibidas desde Palacio de Gobierno y se confunde el manoseo ignorante a leyes y reglamentos con productividad legislativa.

Coda. Al unísono la borreguil mayoría en el Congresito balaron Viva la Libertad, felices porque, “en un hecho sin precedentes”, defendieron toros, gallos y charros, como si fueran los únicos elementos que conforman la identidad de Aguascalientes; a los diputados que tanto les gusta manosear normas ya establecidas, valdría la pena que le dieran una revisada a la Ley de Protección y Fomento del Patrimonio Cultural de Aguascalientes, para que recuerden todo aquello que están dejando a un lado, no todo es chupar la bota en el coso o aventar la apuesta en el palenque, hay bibliotecas, orquestas, un Camino Real de Tierra Adentro y una larga lista de patrimonio que podrían fomentar antes que censurar.

@aldan


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