Este 21 de abril de 2025, el Vaticano hizo oficial la muerte del papa Francisco a los 88 años, marcando el final de un pontificado que se extendió durante 12 años y dejó una profunda huella en la historia de la Iglesia católica. Más allá de nuestras creencias religiosas, su fallecimiento nos impacta en distintos niveles: social, político y cultural.
Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco y primer pontífice latinoamericano, impulsó el discurso más progresista que se haya visto en la Iglesia. Abrió espacios de diálogo con comunidades históricamente marginadas, e incluyó en su narrativa a la comunidad LGBTQ+ y a las mujeres. Aunque sus palabras no siempre alcanzaron las demandas de los sectores más progresistas, su postura y discurso representaron avances simbólicos y reales dentro de una institución tradicionalmente conservadora.
Como defensores de los derechos humanos, la diversidad y la inclusión, hemos preparado una recopilación de momentos clave, declaraciones significativas y discursos que marcaron un antes y un después en la relación entre la Iglesia y las causas sociales.
¿Qué opinaba el papa Francisco de los migrantes, la comunidad LGBTQ+ y el papel de las mujeres en la Iglesia?
El legado del papa Francisco es complejo, pero resulta innegable que su figura fue —y sigue siendo— clave para la transformación de la Iglesia en temas de derechos humanos, medio ambiente, inclusión y justicia. A continuación, revisamos algunos de sus discursos más conocidos:
Migración
El papa Francisco fue uno de los primeros líderes religiosos en señalar que la migración es uno de los problemas más urgentes de nuestra época. Al respecto, afirmó: “el migrante tiene que ser recibido, acompañado, promovido e integrado”. Reconoció que la migración implica explotación y violencia que sufren mujeres y hombres en todo el mundo, una realidad vigente hasta hoy.
“Los explotan, los torturan, les sacan todo el dinero y después les avisan: viajas esta noche. Y cuando llegan a la playa y ven ese bote, si no quieren subir, les dan un tiro y listo. Esto sucede hoy. Sucede en los límites de Europa. Y a veces con la complicidad de la autoridad”.
Estas declaraciones, tomadas del documental Amén. Francisco responde, donde dialoga con jóvenes, muestran su defensa reiterada de la dignidad de las personas migrantes. También recordó que el colonialismo sigue presente detrás de muchas políticas migratorias que fomentan la exclusión, la violencia y el rechazo hacia esta comunidad.
El papel de mujeres en la Iglesia
Aunque el papa Francisco declaró que aún no era el momento para que una mujer ocupara su lugar, fue pionero en nombrar a mujeres en puestos de liderazgo dentro del Vaticano. Durante su pontificado, por primera vez:
- Se incluyó a mujeres en el organismo de 70 miembros que asesora al Papa.
- Mujeres integraron el consejo de 15 miembros que supervisa las finanzas del Vaticano.
- Mujeres votaron para seleccionar obispos.
- Una monja, la hermana Raffaella Petrini, fue nombrada secretaria general del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano.
- Mujeres comenzaron a manejar directamente asuntos económicos del Vaticano.
Francisco también reconoció el papel esencial de las mujeres en la vida eclesial con frases como: “La mujer tiene su función en la Iglesia porque la Iglesia es mujer. La Iglesia es esposa, la esposa de Cristo. El esposo es Cristo”.
En cuanto a temas como el feminismo y el aborto, su postura fue conservadora en comparación con las exigencias contemporáneas, pero mostró una apertura poco habitual en la jerarquía católica. Reconoció la existencia del aborto y defendió que quienes lo practican deben recibir acompañamiento sin ser culpabilizadas. También afirmó: “Feminista es un adjetivo, a mí lo que me interesan son los sustantivos. Hemos caído en la cultura de adjetivos, que todo lo hace relativo. Yo creo en la persona”.
Comunidad LGBTQ+
Tal vez uno de los ejes más controversiales de su pontificado fue su postura ante la comunidad LGBTQ+, que rompió con décadas de discurso excluyente. Francisco fue el primer papa en referirse con respeto, dignidad y aceptación hacia esta comunidad.
Cuestionó a los religiosos que rechazan las identidades LGBTQ+ y los calificó como “infiltrados” que usan la Iglesia para fines personales. Rechazó también las posturas cerradas, a las que llamó una forma de corrupción espiritual:
“Viven para condenar a los demás porque no saben pedir perdón por sus faltas”.
Francisco reiteró que toda persona es hija de Dios y que la Iglesia no debería cerrarle las puertas a nadie. Defendió que no se puede juzgar la expresión de género de nadie, y que, por el contrario, la Iglesia debería acoger a todos sus hijos e hijas.
Entre sus decisiones más significativas estuvo la aprobación de un documento que permite a las personas transgénero recibir el bautismo y desempeñarse como padrinos o madrinas. Posteriormente, autorizó la bendición de parejas del mismo sexo —aunque sin llegar al reconocimiento del matrimonio—, generando críticas especialmente entre sectores conservadores de África y Asia. Pese a ello, no se retractó.
Aunque su discurso tuvo momentos de contradicción, Francisco mantuvo una actitud abierta al diálogo. Reconocía las fallas estructurales de la Iglesia y la necesidad de reformarla. En el documental Amén. Francisco responde (disponible en Disney+), afirmó que lo que genera contradicción en la vida es no hacerse cargo de la propia historia. Aceptó que la Iglesia no es perfecta y que, aunque a veces le cuesta reconocer sus errores, cualquier persona puede cambiar una estructura si verdaderamente lo desea. Eso fue, en esencia, lo que intentó hacer el papa Francisco durante su vida.
