“Todas las penas pueden ser soportadas si son narradas”.
Isak Dinesen
Decía Johan Galtung, reconocido teórico de los estudios de paz y conflictos, que la paz se construye, que quien quiera la paz tiene que prepararse para la guerra. De esta manera, haciendo alusión a la frase atribuida a Emiliano Zapata -“La tierra es de quien la trabaja”-, se podría parafrasear que la paz es de quien la trabaja. Construir la paz y fomentar una cultura de paz implica involucrarse desde distintas trincheras: no solo desde la lucha social, los movimientos políticos o los enfrentamientos armados, sino desde la acción cotidiana, la academia, los espacios jurídicos, los medios alternos de solución de conflictos y la participación ciudadana.
Recientemente, tuve la fortuna de asistir a tres eventos encaminados a abrir brecha en esa dirección:
Del 27 al 29 de marzo se llevó a cabo el I Congreso Internacional de Técnicas y Herramientas Aplicadas a La Mediación y al Derecho Colaborativo en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, un espacio de reflexión y aprendizaje en el que varios especialistas en la materia participamos con ponencias y talleres enfocados a la aplicación de estos medios alternos y de la construcción de la paz social. Entre los especialistas destacados se contó con la participación de Javier Alés Sioli (España), Alicia Millán, Alberto Elisavetsky y María Inés Amato (Argentina), así como con ponentes de diversos estados de la República Mexicana. En mi caso, presenté la ponencia titulada “El rito como herramienta en la actividad de inicio dentro de los Círculos Restaurativos y su importancia para lograr la Justicia Social Restaurativa”. Este trabajo, junto con las demás participaciones, fue compilado en un número especial de ADR Magazine Mediación, alojado en el Repositorio Institucional de la Universidad Loyola, que se puede consultar aquí: https://repositorio.uloyola.es/handle/20.500.12412/6613
En el encuentro se compartieron las perspectivas de los especialistas en las diversas ramas de los MASC y se presentaron opciones, soluciones y aplicaciones que pueden tener estos mecanismos, más allá de pensar en que solo son útiles para disminuir el número de expedientes en los juzgados. Hubo coincidencia en que estos mecanismos tienen una gran participación en la generación de acuerdos entre las personas y en la resolución de conflictos, pero también se reconocieron como herramientas esenciales en la narración de las historias, en la validación de las emociones, la reconexión de las personas y en la generación de comunidad y paz sociales.
Asimismo, el 3 y 4 de abril en la ciudad de Zacatecas se llevó a cabo el “Primer Congreso Internacional de Cultura Para la Paz, Zacatecas, México 2025”, en el que se reunieron voces nacionales e internacionales en torno a temas fundamentales como el patrimonio cultural, la ecología, la tecnología al servicio de la equidad social y la educación para la paz. Allí compartí la conferencia “Los Círculos Restaurativos o de Paz como Herramienta de Generación de Cultura de Paz para Quienes Participan en las Marchas Feministas”, en la que reflexiono sobre la importancia de ofrecer espacios seguros y restaurativos para el diálogo y la sanación colectiva de quienes se manifiestan exigiendo justicia y equidad.
Este evento fue multifacético, ya que, además de las conferencias sobre cultura para la paz, se contó con una muestra de cine y varias exposiciones de artes plásticas, lo que permitió subrayar que la generación de una cultura para la paz también se puede realizar desde la perspectiva del arte, lo que la nutre de sobre manera al encontrar muchas formas de difundirse y degenerarse.
Finalmente, el pasado 11 de abril, se presentó en la capital Aguascalientes el “Observatorio Ciudadano para la Vigilancia del Proceso Electoral Extraordinario del Poder Judicial del Estado de Aguascalientes 2025”, iniciativa impulsada con el respaldo del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción de Aguascalientes, a propuesta del presidente de la Barra de Abogados del Estado de Aguascalientes, Irving Tafoya Dávila. Este observatorio ciudadano se ha constituido como un mecanismo de supervisión y transparencia democrática, en el que también tengo el privilegio de participar.
Este observatorio tiene como finalidad primordial acercar e informar al público sobre la elección de jueces y magistrados en el Estado, para fomentar la participación ciudadana. Para ello realizará varias actividades para convocar a quienes contienden por estos puestos a que sean transparentes no solo en su patrimonio, sino también en sus intereses y objetivos. También se acercará a la población aquella información que es relevante para la emisión responsable de su voto, además de incentivar a que participen en dicho proceso de forma activa y respetuosa.
Cada una de estas experiencias reafirman la convicción de que trabajar por la construcción de la paz es una responsabilidad compartida con la colectividad. La paz no se decreta ni se impone: se cultiva desde múltiples frentes, con acciones concretas, diálogos honestos y compromiso social, en trincheras que pueden ser académicas, comunitarias, jurídicas, culturales y sociales. Ahí es donde verdaderamente se forja una cultura de paz.
En un mundo lleno de desigualdades, polarización y violencias normalizadas, resulta imprescindible que asumamos este llamado ético y ciudadano a trabajar por la justicia social y por la cultura para la paz, en la pluralidad de valores que se comparten en la sociedad.
Como bien decía Isak Dinesen: “Todas las penas pueden ser soportadas si son narradas”. Y, precisamente, es a través de la palabra, la escucha, la mediación y la acción corresponsable cómo podemos construir sociedades más justas, equitativas y con paz social.
Mediadora y Conciliadora Privada del Poder Judicial del Estado desde 2013
Presidenta de la Red de Mediadores, Conciliadores y Facilitadores Certificados en Aguascalientes, A.C.
@CirculoArtemisaArteyCulturaparalaPaz
claualonc@gmail.com




