El Instituto Tecnológico de Pabellón de Arteaga alberga un laboratorio de iluminación artificial único en su tipo. En este espacio se investiga cómo la luz (sin necesidad del sol) puede influir en el crecimiento de los alimentos.
Aquí se cultivan hortalizas sin tierra, alimentadas únicamente con agua enriquecida con proteínas y nutrientes, mientras se simula y potencia su fotosíntesis a través de luz artificial. Incluso se manipulan los colores de la luz para acelerar el desarrollo de las plantas.
Este innovador laboratorio posiciona al instituto como un referente tecnológico, convirtiéndose además en la primera escuela en México en colaborar con la NASA.




