Pasarela
En el arranque de las campañas rumbo al Poder Judicial ya hemos visto de todo. Candidatos que han confundido la oportunidad de dar a conocer sus proyectos para los distintos cargos que estarán en juego, con la necesidad de convertirse en influencers de ocasión.
Así ocurrió con el candidato a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que se hizo viral por decirse más preparado que un chicharrón. Y es que con esa simpleza que resulta ofensiva para el cargo al que aspira, confirmó el poder de las redes sociales y se convirtió en nota nacional.
Pero la pasarela de los candidatos rumbo al primero de junio también ha dejado ver perfiles de amplia trayectoria y buen nivel. Perfiles que, con sus propios recursos, han emprendido la compleja labor de darse a conocer y diferenciarse entre el mar de aspirantes que irán a la elección.
Cierto es que, la ligereza con la cual muchos candidatos han emprendido su camino rumbo al 1 de junio, genera más incertidumbre sobre el futuro del Poder Judicial. De entrada, la autoridad electoral estima una baja participación el día de la jornada (no superior al 15% del padrón electoral).
Cada mexicano, en el caso de la elección federal, recibirá seis boletas de diferentes colores. Pero la mayoría ni siquiera sabe cuáles son los detalles para emitir su voto. El proceso es inédito y hasta cierto punto deficiente. Sin embargo es lo que hay y así estamos llamados a sufragar por los próximos impartidores de justicia.
La confusión sobre el proceso electoral ha sido de tal magnitud, que muchos aspirantes tampoco conocen a fondo las reglas del juego. Temerosos de posibles sanciones por parte de la autoridad electoral, se han limitado a la difusión de algunos medios de comunicación y a las redes sociales.
Por ello, aunque no es aceptable, resulta comprensible que un candidato pretenda llamar la atención del electorado comparándose con un chicharrón, cantando canciones de rock o haciendo cualquier parafernalia en las redes; para ganar la simpatía del pueblo.
El problema es, repito, que de sus plataformas electorales y proyectos para fortalecer la impartición de justicia, sabemos poco. Ojalá que en lo que resta del periodo de campaña, las y los candidatos tomen las cosas con mayor seriedad.
Que aprovechen los espacios de difusión al alcance y comuniquen con altura de miras, porque quieren ser las futuras juezas, jueces y magistrados del Poder Judicial.




