TelevisaLeaks | Bajo presión por: Edilberto Aldán - LJA Aguascalientes
17/05/2025

Bajo presión 

TelevisaLeaks

El hueso arrojado a la conversación pública por la periodista Carmen Aristegui sobre las fabricaciones mediáticas de Televisa está lleno de carnita, un manjar para las redes sociales y la comentocracia, es posible que el TelevisaLeaks, como le llaman algunos, ocupe el centro de la agenda durante un largo rato, desde ya, desplazó otros temas que, casualmente son incómodos para el oficialismo, como el intento de censura del gobierno de México a través de la nueva Ley en Materia de Telecomunicaciones y Radiodifusión.

No es poca cosa el TelevisaLeaks, en el programa radiofónico del lunes, Aristegui identificó a Germán Gómez García como el responsable de la filtración que detalla cómo opera el equipo “Palomar”, dirigido por Javier Tejado Dondé, vicepresidente de la Oficina de Información de Grupo Televisa, para realizar campañas negras para internet. 

“Aristegui Noticias tuvo acceso a más de cinco terabytes de comunicaciones internas de Televisa, que cubren de 2018 a 2024. La cantidad de información es similar a la filtración de Sedena Leaks o lo doble de los Panamá Papers. Se trata de miles de videos, fotos, chats, archivos editables, instrucciones y guiones que resultaron en campañas de desprestigio instrumentadas desde las oficinas centrales de la televisora”, se refiere en el sitio web de Carmen Aristegui y de toda esa información, además de los ataques al equipo de esta periodista, destacaron que Televisa fabricó denuncias de abuso sexual infantil, golpes mediáticos contra Carlos Slim, e impulsó a Arturo Zaldívar para que lograra la la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Es demasiado pronto y mucha información como para satanizar a la televisora, lo más importante, no ha sido posible verificar la información y, al momento, todos esos terabytes se reducen a la entrevista que sostuvo Aristegui con Germán Gómez García, de quien ya se ha puesto en duda su testimonio, en una carta, Javier Tejado Dondé señaló que este personaje “fue un proveedor externo (freelance). Desde el año pasado pidió dinero una vez descubierto que se había robado equipo: micrófonos, luces y estabilizadores. De todo esto hay videos e imágenes. Así, Usted le dio espacio a alguien que intentó extorsionar y que avisó que, de no recibir millonario pago, iría a su programa”.

También se indica que Germán Gómez “tiene problemas psiquiátricos diagnosticados” y que ese diagnóstico es previo a que trabajara con el grupo que supuestamente genera las campañas negras desde Televisa. Lo que contradice el testimonio de Gómez García en el programa de Aristegui, donde confesó que su trastorno se debió a estar involucrado en estos actos de desinformación, al grado que le generaron un burnout laboral y lo empujó a intentar suicidarse.

La larguísima entrevista de Germán Gómez con Aristegui no deja mucho en claro, los ejemplos de campañas negras en los que supuestamente participó este realizador no necesariamente corresponden a ejemplos que se puedan hallar en las redes, otras no tienen sentido y, de nuevo, sólo la verificación de las fuentes y la necesaria comparación con lo que verdaderamente circuló en internet. 

Aristegui ya no es la periodista consentida del oficialismo, desde hace mucho tomó distancia de los gobiernos de Morena y Andrés Manuel López Obrador prefirió congraciarse con un puñado de lambiscones que, a su sombra, generaron audiencia en YouTube reproduciendo sin crítica alguna el mensaje del entonces presidente. 


Desde siempre, Televisa ha sido el demonio favorito de las oposiciones, desde el molotoviano que no te haga bobo, Jacobo, hasta el presente en que periodistas y conductores son descalificados por formar parte de los “medios tradicionales”.

Hasta ahora, las campañas negras denunciadas por Germán Gómez son de chile, dulce y de manteca, por ejemplo, asegura que intentaron responsabilizar a Carmen Aristegui de la invención de la niña Frida Sofía, cuando fue en ese medio donde se exhibió la verdad: fue un elemento de la Defensa quien usó a Danielle Dithurbide a esa mentira; asegura también que se promocionó a Carlos Slim como el culpable de la tragedia de la línea 12 del metro, cuando esa narrativa fue parcialmente negada por el propio gobierno federal; y acusa a un aliado del oficialismo, Arturo Zaldívar, de haber usado a Televisa para conseguir la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación… Con esa carnita, poco podrán hacer los youtubers para quedar bien con la administración de la doctora Claudia Sheinbaum.

Ante el TelevisaLeaks es indispensable un periodismo de investigación, que ofrezca claves y contexto, que difunda lo que ocurre con énfasis en explicar por qué sucede, con rigor, honestidad y verificando todas sus fuentes, capaz de defender con pruebas todo lo que cuenta.

El camino simplón es arrojar leña al escándalo en una supuesta defensa del periodismo y la libertad de expresión, llenar las redes con testimonios que apuntalen la indiscutible verdad que contienen los “cinco terabytes de comunicaciones internas de Televisa”, porque si algo ha demostrado la historia reciente es que a la opinión pública se le convence más con decibeles que con datos. Y mientras algunos se entretienen esculcando carpetas digitales como si fueran archivos sagrados, otros, los de siempre, siguen torciendo las leyes, fabricando enemigos y manipulando la narrativa nacional con la tranquilidad de quien no necesita esconder la mano. 

Que el TelevisaLeaks termine en escándalo o en anécdota dependerá menos del contenido y más de la utilidad política que se le encuentre. Porque al final, lo que hay en juego no es la credibilidad de una televisora ni el prestigio de una periodista, sino la capacidad del periodismo para no convertirse en carne de cañón… o en carne para el rating. No se trata de darle el beneficio de la duda a una televisora que históricamente ha operado como brazo propagandístico del poder, ni de canonizar a una periodista por el simple hecho de enfrentarlo. Se trata de exigir respuestas en forma de denuncias ante la ley.

Coda. Si lo revelado en el TelevisaLeaks es cierto, estamos ante la confirmación de que la televisión no sólo entretiene: manipula, ensucia, destruye. Si es falso, es necesario denunciar la estrategia de usar el periodismo como arma disfrazada, porque en esta guerra de lodo, el silencio es complicidad.

@aldan


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