Voto y abuso de poder: Primero los autónomos, luego el Poder Judicial, ¿ahora van por los empresarios? | Así es esto por Rubén Díaz López  - LJA Aguascalientes
30/04/2025

Un peligro se ciñe sobre México: el fantasma de los votos, la legitimidad de las masas, la tiranía de las mayorías. Escuché estupefacto al gobernador de Puebla amenazando a una empresa para que done terrenos para la construcción de viviendas para policías, y si no dona, ¡cuello! Le expropiarán el doble de lo solicitado. Desconozco la situación de las viviendas y de su necesidad de los policías; si la empresa es buena o mala; si ha lucrado o abusado o por el contrario ayuda al desarrollo de aquel estado. Lo que sí sé, es que, sea cual sea las condiciones, un poder ejecutivo no debe emitir este tipo de amenazas, ejercer de esta forma el poder, pues sus facultades se basan en el principio de legalidad, no hacer salvo aquello que la ley le faculta, y buscar en todo momento los derechos humanos. En ese sentido si quiere expropiar que lo haga, al amparo de sus facultades, pero la conducta bravucona no puede ser bajo ninguna circunstancia una forma de actuar de un gobernador.  

Luego, para defenderse alegó ese gobernador que lo respaldaban algo así como dos millones de votos. Terrible, he escuchado en los tiempos recientes la cantaleta de que las mayorías otorgan patente de corso, Andrés Manuel lo dijo al señalar que está por encima de la ley; Trump lo enarbola a cada estupidez que hace día con día; los gobernadores, de todos los colores y sabores, emulan estas conductas y aprovechan sus votos, sus mayorías en los congresos, para cambiar las leyes a modo, hacer y deshacer; lo peor, los símbolos desde el centro, les dan más bríos, no solo fue desaparecer órganos autónomos importantes, después fueron por el poder judicial, ahora van por los empresarios. 

La base del estado moderno ha sido la idea de controlar el poder, para ello hemos creado múltiples instancias y mecanismos: libertad de prensa, división de poderes, juicios protectores de derechos humanos. Veo dos modelos básicos en las democracias occidentales: un parlamento fuerte (repúblicas parlamentarias) o un presidente cómo máxima figura (presidencialismo). En los países con parlamentos fuertes (diseño jurídico ad-hoc para ello) el contrapeso real que ejercen estos órganos colegiados parece que ha funcionado mejor, pues la colegiación permite que lleguen perfiles de muchos tipos, lo que da mayor pluralidad y mayor control; contrario a ello, cuando el presidente es la máxima figura pueden suceder dos cosas, un personaje verdaderamente estadista o un populista, difícil mediar o generar un control, pues depende de una sola persona. 

Hace años que hemos luchado o abogado desde la academia, por un verdadero parlamentarismo, ningún partido lo ha hecho, todos siguen optando por esta dependencia casi patriarcal del pueblo al gran tlatoani que es el, en este caso la, presidenta. Es interesante justo ver en las giras de los ejecutivos, cómo se arremolinan a su alrededor personas buscando entregar una carta, su petición, para que les resuelva su problema, que puede ir de cuestiones que estén efectivamente en el ámbito de facultades de la presidenta, que cosas absurdas o descabelladas. 

En tanto nuestro sistema no cambie, tenemos que estar a lo que diga la presidenta que es la máxima autoridad en el país, incluso ya vimos que es la que decide lo que dice la constitución. Tengo fe en que la doctora Claudia Sheinbaum, que es una verdadera académica, comprenderá y estará a la altura de las situaciones para corregir muchos errores que se han cometido (desaparición de autónomos y elección del poder judicial, solo por citar dos) y que evitará estos desplantes del poder al amparo de las tiranías que emanan de los votantes.    

[email protected] 


Show Full Content
Previous Aranceles, soberanía y economía: lo que la guerra comercial nos obliga a repensar por Ricardo Femat
Next Imágenes de Aguascalientes por Carlos Reyes Sahagún
Close

NEXT STORY

Close

Reabrirán “escuela de cuadros” panista

22/08/2014
Close