La reciente entrada en vigor de la llamada Ley Silla, que obliga a los empleadores a proveer sillas con respaldo suficientes para las personas trabajadoras y prohíbe que permanezcan de pie durante toda la jornada, ha sido bien recibida por la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Aguascalientes. Sin embargo, su secretario general, José Alfredo González González, subrayó la necesidad de aplicarla con enfoque en la realidad operativa de cada sector productivo.
“Hay que entender que esta ley trata de dignificar el trabajo, pero también debe implementarse de forma lógica. En donde se pueda aplicar, se aplicará; en donde no sea práctico, se tiene que estudiar con cuidado”, indicó el líder sindical.
González explicó que el reto no es solo dotar de sillas, sino también encontrar equilibrios ergonómicos que eviten que tanto estar de pie como estar sentado por horas provoque afectaciones. “Hay lugares donde estar sentado todo el tiempo también es riesgoso, por eso hay que alternar. Se trata de que el trabajador tenga la opción, no la obligación de permanecer en una sola postura”, dijo.
El líder de la CTM puso como ejemplo el caso de los autoservicios, donde los cajeros ya cuentan comúnmente con sillas. Sin embargo, en puestos de movimiento constante, como el surtido de anaqueles, no siempre es funcional. “No puedes andar en una silla surtiendo pasillos. Hay que analizar puesto por puesto si la silla ayuda o entorpece. La ley debe venir a apoyar, no a generar conflicto entre trabajadores y patrones”, apuntó.
González también celebró que cada vez más las leyes laborales estén orientadas a la dignidad y el bienestar físico del trabajador, algo que, dijo, se vincula con avances previos en ergonomía. “Hace 20 años se hablaba de que las herramientas debían estar a la altura del trabajador. Hoy, con esta ley, avanzamos hacia atender necesidades físicas reales, como descansar de estar de pie o evitar malas posturas”, señaló.
Agregó que hay prácticas comunes que deberían modificarse para evitar lesiones, como levantar manualmente cortinas metálicas pesadas o agacharse para liberar seguros de puertas. “Ese tipo de cosas también deben cambiar. Las condiciones del trabajo no pueden seguir ignorando la salud física del trabajador”, concluyó.