- Con toda una vida dedicada a la enseñanza, el maestro y doctor honoris causa Gerardo de Lira Montañez también conocido como “Tío Abejita”, reconocido como el primer director de un jardín de niños en Aguascalientes, continúa dejando huella en la educación con su taller “De Tín Marín de Do Pingüe: Canto, juego, aprendo y me divierto”, una propuesta didáctica que combina música, movimiento y aprendizaje significativo.
Recientemente, el maestro fue invitado a Lima, Perú, donde llevó su experiencia y carisma a diversas instituciones educativas, como el Colegio Jean Piaget, el Instituto Superior Pedagógico Público María Madre, y la Escuela Superior Nacional de Danza José María Arguedas, “es como el Bellas Artes de allá”, describió. En total, más de 300 niñas, niños y jóvenes participaron en sus dinámicas.
Pero su viaje no terminó en la capital: junto a otros cuatro mexicanos, Gerardo visitó el remoto pueblo de Ichoca, en la cordillera negra de los Andes a más de 3,500 metros sobre el nivel del mar. “Fuimos los primeros mexicanos en llegar a ese lugar”, compartió emocionado. Fueron recibidos con flores, danzas ceremoniales y una emotiva ceremonia cívica donde se entonaron los himnos nacionales de México y Perú.
La visita fue posible gracias al contacto con el difusor cultural Nicanor Crispín, originario de Ichoca y promotor de la danza de los capitanes, baile tradicional que hace referencia a la resistencia indígena frente a los conquistadores. “De él nació la idea de que conociéramos su pueblo, y la gente nos recibió con todos los honores”, relató Gerardo. Incluso se levantó un acta oficial firmada por autoridades locales para dejar constancia del acontecimiento.
Durante su estancia, el maestro ofreció talleres que combinan canto, juego y neurociencia, promoviendo la activación física, el trabajo colaborativo y el desarrollo de habilidades cognitivas a través del movimiento. “Los ejercicios que hago estimulan neurotransmisores como la dopamina, la oxitocina y la serotonina, que generan bienestar y facilitan el aprendizaje”, explicó.
Más allá del aula, su propuesta también propició un intercambio cultural: “Me traje la experiencia de ver cómo el juego y el canto son universales”, compartió. Aprendió nuevas danzas y tradiciones peruanas, como la danza de los capitanes, que planea incorporar a sus futuras sesiones.
El viaje marcó el séptimo que realiza a Perú, como parte de su labor internacional con el Instituto Latinoamericano para el Desarrollo de la Educación, la Ciencia y la Cultura (ILADEC), del cual es uno de los fundadores. A lo largo de su trayectoria, el maestro Gerardo de Lira ha impartido conferencias y talleres en toda la República Mexicana, así como en Perú, Chile, Bolivia, Panamá, El Salvador y Brasil, llevando su propuesta educativa a cientos de docentes, niñas y niños de distintos contextos.
Y así, con bandera en mano, canciones en la maleta y mucho amor por la docencia, el maestro Gerardo sigue demostrando que enseñar también es compartir, cantar, reír y abrazar al mundo con lo mejor de nuestras raíces.