- Desde la comunidad de Potrero de los López, en el municipio de Calvillo, Lidia López Tello ha consolidado un proyecto único en el estado: la producción de rana toro, una alternativa acuícola poco común que ha enfrentado retos importantes, pero también se ha convertido en una fuente de aprendizaje y trabajo.
El proyecto surgió con el apoyo del Programa de Zonas Áridas, y más adelante se integró al Comité Acuícola del Estado, instancia que regula y supervisa la producción de especies acuáticas como la tilapia (predominante en Aguascalientes) y en este caso, la rana toro, también conocida como Rana catesbeiana o rana tigre, debido a sus manchas características.
“Nos inclinamos por la producción de rana porque no cumplíamos con los requisitos para producir peces”, explicó Lidia. Actualmente, la comercialización de este producto se dirige principalmente a restaurantes y distribuidores de mariscos, ya sea vendiendo las ancas de rana o el ejemplar vivo.
El cultivo de rana, señaló la productora, no es sencillo, como tampoco lo es en el caso de otros animales como la tilapia o el conejo. “Tenemos que aprender a entender sus necesidades, y eso solo se logra con experiencia y asesoría de quienes ya llevan tiempo en esto”. Parte clave del éxito, agregó, ha sido el acompañamiento entre productores, el intercambio de conocimientos y el apoyo mutuo.
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Sin embargo, el cambio climático y la sequía han puesto en jaque a este tipo de proyectos. Lidia obtiene el agua de la presa de Malpaso, pero en los últimos años, la escasez hídrica ha obligado a reducir drásticamente la producción. Además, las altas temperaturas han provocado mortalidad entre las ranas, lo que representa un duro golpe para los productores.
“La naturaleza nos está obligando a actualizar lo que aprendimos hace siete años. Hoy las condiciones son completamente diferentes, ya no basta con seguir los métodos del inicio. Necesitamos adaptarnos constantemente”, explicó.
Lidia invita a quienes tengan interés en incursionar en la acuacultura a informarse y capacitarse previamente, acercándose al Comité Acuícola, SEFOA o incluso directamente con ella. “Los llevamos a las granjas, los conectamos con productores para que vean cómo se hace en realidad”, señaló, destacando que no todo proyecto puede implementarse en cualquier lugar, especialmente en zonas urbanas o con acceso limitado a agua.
“No es por quitarles las ganas de trabajar, sino para que inviertan bien su dinero y sepan en qué se están metiendo. No es solo hacer charcas y soltar las ranas, como algunos creen tras ver videos. Hay que entender las verdaderas necesidades del cultivo”, advirtió.
Con siete años de experiencia y el respaldo del gremio acuícola del estado, Lidia López Tello continúa apostando por este modelo productivo, con la esperanza de que más personas conozcan la rana toro como alternativa alimentaria y comercial, pero siempre desde la información, la planeación y el compromiso ambiental.