La Secretaría de Salud federal activó un aviso preventivo de viaje ante el crecimiento sostenido de brotes de sarampión en Norteamérica. Aunque inicialmente la atención se centró en Estados Unidos y Canadá, los focos de contagio ya se expanden con fuerza dentro de México, particularmente en Chihuahua. El riesgo no es menor: el virus es altamente contagioso, puede mantenerse activo hasta dos horas en superficies y aire, y continúa propagándose rápidamente, en especial entre personas no vacunadas.
En EE.UU., al corte del 17 de abril, se reportaron 800 casos en 25 estados. Texas lidera la lista con 532, seguido por Nuevo México (56), Kansas (32) y Ohio (21). En Canadá, el conteo asciende a 880 contagios, siendo Ontario el epicentro con 804 casos. El repunte ha encendido las alarmas sanitarias internacionales, que habían considerado a ambas naciones prácticamente libres de esta enfermedad durante más de una década gracias a sus campañas de vacunación.
Pero el giro inesperado está del lado mexicano: el brote ya no es solo un fenómeno externo. México reporta un preocupante aumento de casos en al menos ocho entidades, con un acumulado de 583 contagios confirmados hasta el 29 de abril. Chihuahua encabeza con 560, y a esa cifra deben sumarse 362 casos más detectados en esa entidad tan solo entre abril y los primeros días de mayo, lo que elevaría el total nacional a más de 900 infectados. Le siguen Sonora, Campeche, Oaxaca, Durango, Zacatecas, Sinaloa y Tamaulipas con cifras menores pero relevantes por su dispersión geográfica.
Las autoridades sanitarias han recomendado extremar precauciones antes de cualquier viaje internacional y asegurarse de contar con el esquema de vacunación completo, que en México contempla la aplicación de la vacuna SRP (Sarampión, Rubéola y Parotiditis) en dos dosis: una a los 12 meses y otra a los 18. Para menores nacidos antes de julio de 2020, el refuerzo se administra a los seis años. En adultos sin antecedentes de vacunación, se aplica el biológico SR (Sarampión y Rubéola).
El aviso incluye medidas puntuales: evitar viajar si se presentan síntomas compatibles con la enfermedad —como fiebre, congestión nasal, ojos enrojecidos o exantema en rostro y cuello—, usar cubrebocas, lavarse las manos frecuentemente y, al regresar del extranjero, vigilar cualquier signo por 21 días. En caso de detectar síntomas, se debe acudir al médico e informar de inmediato sobre viajes recientes y contactos cercanos.
La alerta se emite en un contexto donde los movimientos antivacunas, el rezago en esquemas de inmunización y el relajamiento postpandémico han debilitado los escudos sanitarios. Hoy, el sarampión, lejos de ser un recuerdo de generaciones pasadas, vuelve a figurar como amenaza real. No es una enfermedad del pasado, es un problema del presente mal atendido.