Pepe Mujica, el estoico | La Columna J por: Roberto Ahumada - LJA Aguascalientes
23/06/2025

La Columna J 

Pepe Mujica, el estoico

“Si no eres feliz con lo que tienes, no serás feliz con nada. Lo que compras no lo compras con plata, lo compras con tiempo de vida”: José Mujica.

El mundo es testigo del paso de grandes hombres que han dejado huella por medio de los ideales y las convicciones. Cuando se habla de política, prácticamente todo puede polarizarse: hay tantos puntos para criticar y debatir, pero del mismo modo, es necesario resaltar cuando existen personas congruentes que rompen con los paradigmas existentes. Es por eso que, en esta ocasión, he decidido hacer una breve reseña de José Mujica, un personaje forjado en el estoicismo y la coherencia.

Desde temprana edad, tuvo un interés particular en el ámbito público. Comenzó a participar activamente en el Partido Nacional, donde ocupó la dirigencia juvenil. Su habilidad para liderar era nata. Enrique Erro fue una figura de gran relevancia en su formación. No pasó mucho tiempo para que su destino se redireccionara hacia otra fuerza política: Unión Política, un nuevo proyecto fundacional. Con ideas fervientes, comenzó a participar en operativos guerrilleros, lo que lo llevó a ser arrestado y recibir seis impactos de bala. Su carrera política se vio sumergida en el oscuro lapso de la prisión. Bien se dice que, para los hombres que buscan grandeza, la cárcel los quiebra o les da la fortaleza para salir a conquistar cualquier batalla.

“Pobres no son los que tienen poco. Son los que quieren mucho. Yo no vivo con pobreza, vivo con austeridad, con renunciamiento. Preciso poco para vivir”: José Mujica.

Tras varios intentos de fuga y de revueltas, fue bruscamente torturado y estuvo aproximadamente 13 años preso. En su biografía refiere que pasó dos años en un calabozo, una celda de diminutas proporciones, que le forjó un carácter de hierro, pero, sobre todo, una mente de eterna esperanza. Para el estoico, la única cárcel se encuentra en las emociones y en la mente. Sin importar la adversidad ni las sombras funestas que lo rodeaban, permaneció firme: su soporte, la convicción; su destino, la fortaleza.

“Vivir mejor no es sólo tener más, sino ser más feliz”: José Mujica.

La democracia le otorgó la libertad y, poco tiempo después, comenzó a participar activamente en la política desde una postura de izquierda. Así se gestó un movimiento nacional con mucha fuerza. La política fue un vehículo para este estoico; no buscaba el poder por el poder, ni la banalidad que seduce y reduce a quienes lo detentan. En las distintas biografías sobre este gran personaje, todas coinciden en la consistencia entre su discurso de izquierda y su forma de vivir, lo cual es verdaderamente admirable.


El viento comenzó a soplar a su favor: en 1994 fue electo diputado por Montevideo y, posteriormente, en 1999, como senador. Nunca perdió su sencillez ni su humildad. Vivía de acuerdo con la naturaleza. Su expresión política comenzó a dominar el rumbo de Uruguay. Es importante mencionar que los ciclos de poder son lentos, pero tarde o temprano llegan a su puerto final.

En una entrevista le preguntaron:
-¿Cómo quiere ser recordado?
Y él respondió:

“No quiero ser recordado. Las hormigas estuvieron antes que nosotros y estarán después de nosotros. Me parece errabunda la idea que tenían los faraones egipcios, que disponían de veinte mil hombres para que trabajaran treinta años construyendo su tumba. Una locura”.

Siempre en una tesitura de humildad, siempre ecuánime y con un sentido profundamente humano, se negó a vivir en la residencia oficial, y siguió habitando su casa de siempre. No cambió su auto, siguió manejando su Volkswagen Sedán -su “vochito”- y donó la mayor parte de su sueldo para la construcción de centros educativos. Él, al igual que Mandela, creía firmemente que la educación es un camino sólido para transformar a las sociedades.

En 2013, The Economist declaró a Uruguay como “el país del año” y calificó de admirables las dos reformas liberales más radicales tomadas ese año por el Gobierno de Mujica: el matrimonio igualitario y la legalización y regulación del cannabis.

Sin duda alguna, Pepe Mujica fue un estoico que participó en política, algo poco común en estos días. Cuando alguien tiene fe en sus ideales y esperanza en realizarlos, la victoria final siempre estará asegurada.

Falleció el pasado martes 13 de mayo de 2025, a los 89 años. Como dato adicional, fue enterrado en el mismo lugar que su perrita Manuela, su compañera más fiel, según expresó durante su gestión como presidente.

“Si tuviera muchas cosas, tendría que ocuparme de ellas. La verdadera libertad está en tener tiempo para vivir”: José Mujica.

In silentio mei verba, la palabra es poder.


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