- La transición de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales podría generar efectos adversos en la economía mexicana, incluyendo pérdida de empleos, un aumento en la informalidad y el cierre de micro y pequeñas empresas, según alertaron la CONCANACO SERVYTUR y la CANACINTRA, tras aplicar la Encuesta Jornada Laboral 2025 a los más de 8 millones de unidades económicas que integran ambas organizaciones empresariales.
Erika Muñoz, presidenta de CANACINTRA en Aguascalientes, expuso que el panorama económico ya es incierto y la medida podría empeorarlo. “La transición de la jornada laboral de 48 horas a 40 horas generará una inestabilidad económica mayor a la presente, que muchos negocios pasen a la informalidad, pérdida de empleos y el cierre de muchas MiPymes”, advirtió. Hoy en día en México el porcentaje de informalidad es del 57%.
Muñoz explicó que factores externos, como las tensiones comerciales y logísticas, ya están afectando al sector productivo. “La inestabilidad justamente son los aranceles, han bajado las importaciones a Estados Unidos, hay mercancía parada en las fronteras, todos estos costos que no son propios de la empresa o la empresa no los tenían previstos están generando que tengamos mayor inestabilidad los negocios”, dijo.
Según datos compartidos por las cámaras, CONCANACO genera 74 de cada 100 empleos formales en México, mientras que CANACINTRA representa el 29% del empleo formal en la industria manufacturera. En este contexto, los resultados de la encuesta revelan un alto grado de preocupación entre los empresarios:
- El 64% de las personas dueñas de negocios considera inviable una reducción inmediata de la jornada laboral sin afectar la operación de sus empresas.
- El 71.4% estima un aumento en los costos operativos, incluso si la implementación fuera gradual.
- Un 58.85% anticipa dificultades para cubrir turnos y mantener el mismo nivel de servicio.
Frente a este escenario, los organismos propusieron tres ejes estratégicos para mitigar el impacto de la reforma:
- Gradualidad sectorial hacia 2030, con criterios diferenciados según el tamaño de la empresa, sector económico y ubicación geográfica.
- Incentivos a la formalidad, mediante programas de apoyo financiero, fiscal y tecnológico, enfocados especialmente en empresas familiares.
- Creación de un Observatorio de Transición Laboral, con participación de gobierno, empresas y trabajadores, para monitorear y ajustar la implementación con base en evidencia real.
Los líderes empresariales señalaron que no están en contra de las mejoras en las condiciones de trabajo, pero esto no se puede lograr si no hay un acompañamiento real de políticas que fortalezcan los negocios familiares.