- Con más de tres décadas en el Mercado del Cerrito, la señora Enedina Esparza ha construido mucho más que una pollería: ha forjado un legado familiar y comunitario. Su negocio, Pollos ENE, es ya un referente entre los pasillos del mercado gracias a la calidad de sus productos y el trato cercano que ofrece a sus clientes.
“Tenemos más de 30 años, unos 34 aquí mismo en el mercado. Aquí sacamos adelante a la familia, gracias a Dios nos va muy bien”, cuenta doña Enedina, con la voz pausada de quien ha vivido el negocio desde sus cimientos.
Su entrada al mundo de la venta de pollo no fue planeada, sino empujada por las circunstancias. “Yo no sabía, me pusieron el negocio… aquí empecé y aquí aprendí”, recuerda. Con el tiempo y la práctica, dominó el arte del corte, el peso y el servicio al cliente. Hoy, estima que vende cerca de 50 pollos al día.
Pollos ENE no solo ha visto pasar generaciones de clientes, también ha crecido junto a ellas. “Veíamos a los niños desde el kínder, luego ya vienen grandes… a veces los papás vienen solos porque los hijos ya se fueron, pero regresan por la costumbre y porque saben lo que consumen”.
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A lo largo de los años, la competencia ha sido un reto constante. “Siempre hay competencia, en cada carnicería venden pollo. A veces abren negocios nuevos, pero no aguantan porque aquí la buena ya está”, dice con seguridad. Y es que para doña Enedina, la constancia y la calidad son los pilares que han mantenido firme a su negocio frente a cadenas comerciales y nuevos competidores.
La frescura es su mayor distintivo: “Mi pollo es muy fresco, es del día, es local. No está pintado, como los que venden en las grandes cadenas. Aquí los clientes lo saben distinguir”.
En su puesto se puede encontrar pollo entero, por piezas, bistec, menudencias, huevo y hasta milanesa empanizada. “Tratamos de dar buen servicio y tener de todo. Aquí convivimos con mucha gente, escuchas historias, haces amistades… es bonito”.
Aunque reconoce que en ocasiones las decisiones externas, como la instalación de cadenas comerciales, pueden generar incertidumbre, asegura que su clientela fiel es lo que mantiene viva la tradición: “Nuestros clientes ya saben qué consumen. Y aquí estamos para seguir ofreciéndoles calidad”.
Pollos ENE se ubica al interior del Mercado del Cerrito de la Cruz, donde la señora Enedina continúa atendiendo con la misma entrega de siempre. “Vengan a conocernos. Aquí estamos, con lo más fresco que se puede tener”.