- La asociación surgió a partir de una pérdida por suicidio y hoy busca visibilizar la salud mental sin tabúes ni etiquetas
- Hasta ahora ha reunido a más de 200 personas en actividades con enfoque en neurodivergencia, adultez tardía y acompañamiento familiar
Eventos gratuitos, círculos de diálogo y talleres con especialistas han convertido a Reconecta en un punto de encuentro mensual para quienes desean sanar en comunidad.
Desde hace un año y medio, la asociación REC•KONECTA (Adultos Neurodiversos A.C.) ha buscado abrir espacios seguros donde la salud mental pueda hablarse sin mitos ni etiquetas. Fundada en Aguascalientes por Ery González tras la pérdida de un ser querido por suicidio, esta iniciativa nace con la intención de romper el aislamiento y crear comunidad en torno al diálogo sobre las emociones, el sufrimiento y la sanación colectiva.
“Nosotras creemos fiel y ciegamente que los espacios seguros para hablar de salud mental nos dan la oportunidad de no sufrir en soledad. En nuestra asociación queremos visibilizar lo que ocurre cuando la salud mental se ignora: el aislamiento, la desesperanza, e incluso el suicidio”, compartió González.
A diferencia de otras propuestas, REC•KONECTA aborda de frente temas complejos y, a menudo, incómodos. Se habla abiertamente de medicamentos, recaídas, ideaciones suicidas y tratamientos psiquiátricos. También se trabaja con condiciones como el trastorno límite de la personalidad, el TDAH y el espectro autista en personas adultas, así como con sus familiares, quienes muchas veces desconocen cómo acompañar estos procesos.
Uno de los enfoques más recientes ha sido con adultos mayores, quienes muchas veces enfrentan la soledad o el abandono: “Queremos invitarles a que rompan con los estigmas, que le den un giro a su vida y se animen a vivir esta etapa de manera diferente. Para ellos hay talleres, yoga y especialistas que los acompañan”, explicó la fundadora.
Hasta ahora, REC•KONECTA ha logrado convocar a más de 200 personas, y mantiene una comunidad activa de aproximadamente 40 personas que participan regularmente en sus actividades. La asociación realiza eventos mensuales en los que se abordan temas específicos con especialistas, además de encuentros cuyo objetivo es simplemente convivir y fortalecer los vínculos.
Uno de estos espacios es Simo Café, un proyecto derivado de la propia asociación: “Íbamos de café en café buscando espacios, hasta que decidimos crear el nuestro. Ahí también hacemos eventos solo por el gusto de encontrarnos y evitar el aislamiento”, señaló González.
Además, se han desarrollado círculos para hombres, mujeres neurodivergentes, sobrevivientes de abuso sexual y charlas sobre el derecho al placer: “Solo queremos hablar. Salir de la cama, dejar la televisión o el celular, y venir a conectar de forma real”, expresó.
En cuanto a los costos, González puntualizó que la mayoría de los eventos son gratuitos: “Gestionamos con cafés y especialistas para que no se cobre. Cuando hay un costo, es solo porque realmente hay que cubrirlo”.




