Con una fuerte apuesta por la sostenibilidad y la formación práctica, la UPA ya genera su propia energía solar, reduce costos operativos y forma especialistas que liderarán la transición energética en México.
La Universidad Politécnica de Aguascalientes (UPA) decidió hacer algo más que hablar de sustentabilidad: empezó a vivirla. Hoy, los edificios del campus están cubiertos con paneles solares que no sólo capturan la energía del sol, sino que también representan un símbolo del cambio de mentalidad que la institución quiere fomentar.
Enrique Martínez, director de la carrera de Ingeniería en Energía y Desarrollo Sostenible, explicó que este sistema fotovoltaico cubre ya ocho edificios del campus, reduciendo drásticamente el gasto mensual en energía eléctrica. “Antes, la universidad pagaba entre 350 mil y 370 mil pesos al mes. Ahora, nuestras facturas bajaron hasta 700 pesos. ¡Más baratas que las de muchas casas!”, dijo.
Pero el ahorro económico no es el único beneficio. La UPA se ha propuesto como meta ser un modelo de responsabilidad ambiental en un estado donde la radiación solar es alta y competitiva. “Solo el 8% de la energía en el mundo se genera con paneles solares. En lugares como Aguascalientes, eso debería cambiar. Tenemos las condiciones ideales. Y no solo es ecológico, también es rentable”, subrayó.
Martínez reconoce que una de las barreras para adoptar esta tecnología sigue siendo la desinformación. “Mucha gente cree que los paneles son carísimos o que no funcionan si no hay sol. Pero ya existen sistemas de almacenamiento mediante baterías, y los costos bajan cada año. Lo que ahorras se convierte en inversión”.
El sistema de la universidad cuenta con equipos electrónicos que convierten la corriente directa en corriente alterna, lo que permite distribuir la energía dentro de las instalaciones. “Aquí todo se aprovecha, desde el minisplit de los salones hasta los ventiladores”, explicó.
Además, la UPA no solo instala, sino que forma a los técnicos e ingenieros que harán esto posible en todo el país. “Desde que entran, nuestros alumnos se certifican en normas del CONOCER: instalación, supervisión de sistemas fotovoltaicos y también en sistemas eólicos. Incluso si en Aguascalientes no hay tanto viento, nuestros egresados van a Zacatecas o Jalisco a trabajar en esos parques”.
La carrera en Energía y Desarrollo Sostenible es hoy una de las más demandadas en la universidad. “Tengo presión constante de empresas que me dicen: ‘Enrique, necesito tres egresados ya’. Nuestros estudiantes no se preocupan por el empleo. Tenemos gente trabajando en Tesla, en el Tren Maya, en proyectos industriales donde se necesita conocimiento eléctrico, instalación, distribución y almacenamiento de energía”.
Además, mencionó que la formación en la UPA es eminentemente práctica. “Aquí creemos en el saber hacer. No es solo teoría: los chicos instalan, supervisan, trabajan directamente con empresas. Así aprenden de verdad”.
Concluyó con una invitación a las nuevas generaciones: “Si eres joven, si tienes conciencia social y quieres cambiar el mundo desde lo técnico, ven a la UPA. Aquí hay espacio para ti. Tenemos los recursos, los proyectos, y, sobre todo, las ganas de hacer las cosas bien”.