No comenzó con una bandera, ni con un desfile. Comenzó con un “¡Basta!” frente al abuso, la represión y la invisibilidad. Desde la resistencia callejera en Stonewall hasta la lucha por el matrimonio igualitario en América Latina, el activismo LGBTIQ+ ha construido un legado de dignidad, rebeldía y persistencia. Esta es una selección de momentos que marcaron un antes y un después en la historia de las disidencias sexuales y de género.
#1 Stonewall Inn: la chispa que encendió el movimiento moderno (1969)
El 28 de junio de 1969, en Nueva York, una redada policial al bar gay Stonewall Inn terminó en una revuelta de tres días encabezada por personas trans, racializadas y trabajadoras sexuales. Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera, dos figuras trans racializadas, se convirtieron en símbolos de esta resistencia. Fue el parteaguas: un grito global que todavía resuena.
“No lanzamos una revolución para que nos invitaran a fiestas. Lo hicimos para sobrevivir”, diría años después Sylvia Rivera.
#2 ACT UP y la lucha contra la indiferencia frente al VIH/SIDA (1987)
Cuando la epidemia de VIH/SIDA devastaba comunidades enteras y los gobiernos guardaban silencio, nació ACT UP (AIDS Coalition to Unleash Power). Desde Nueva York se extendieron protestas masivas, intervenciones artísticas y bloqueos para exigir acceso a tratamientos. Su consigna era clara: Silence = Death.
En palabras de Larry Kramer, cofundador: “Nuestro poder proviene de la rabia. Porque estamos muriendo”.
#3 La homosexualidad deja de ser una enfermedad mental (1990)
Fue apenas en 1990 que la Organización Mundial de la Salud eliminó oficialmente la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Ese gesto simbólico —pero largamente pospuesto— marcó un cambio de paradigma y se convirtió en base para despenalizar la homosexualidad en decenas de países.
#4 Matrimonio igualitario: de Europa a América Latina (2000–2015)
Países Bajos legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo en 2001. Canadá lo siguió en 2005. En América Latina, Argentina fue pionera en 2010, seguido por Uruguay, Brasil, Colombia y México.
En México, la Ciudad de México aprobó el matrimonio igualitario en 2009. En 2022, tras más de una década de presión desde la sociedad civil, el Congreso federal reconoció el derecho en todo el país.
#5 Primera Marcha del Orgullo Trans en México (2016)
Aunque la Marcha del Orgullo LGBT se celebra desde 1978, la visibilidad trans ha sido sistemáticamente relegada. En 2016 se realizó la primera Marcha del Orgullo Trans en Ciudad de México, liderada por activistas como Kenya Cuevas, quien ha exigido justicia por crímenes de odio y acceso digno a la salud y vivienda.
“Nos matan y ni siquiera somos estadística. Por eso marchamos. Por eso resistimos”, declaró Cuevas en 2022.
#6 El fallo histórico de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (2017)
La Corte IDH declaró que todos los Estados miembros deben reconocer los derechos de las personas LGBTIQ+, incluyendo matrimonio igualitario e identidad de género. Este fallo fue determinante para avances legales en países como Costa Rica y Ecuador.
#7 Prohibición de terapias de conversión en América Latina (2020–2023)
En respuesta a los abusos cometidos en “terapias de conversión”, varios países comenzaron a prohibirlas legalmente. En México, la CDMX fue pionera en 2020. Para 2023, 14 estados ya las habían prohibido. En 2025, la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional toda norma que las permitiera o protegiera la discriminación a familias homoparentales.
#8 Bloques disidentes y la rabia organizada (2024)
Frente a la comercialización de las marchas del Orgullo, surgieron marchas críticas como el Bloque Disidente en CDMX, la Marcha de la Rabia y otras expresiones antipinkwashing. Estos espacios exigen visibilidad para personas trans, con VIH, indígenas, racializadas y migrantes.
“No queremos más logos en las carrozas. Queremos justicia”, dijo en entrevista Omar Cabrera, del colectivo VIHVE LIBRE.
¿Por qué seguir marchando?
A pesar de estos avances, persisten las brechas: crímenes de odio, discriminación laboral, exclusión social. La Encuesta ENDISEG 2021 revela que más del 40 % de personas LGBTIQ+ en México han sufrido discriminación reciente. Las identidades trans siguen siendo las más vulneradas.
Por eso, cada uno de estos momentos no debe verse como un punto de llegada, sino como escalones hacia una justicia aún pendiente. El activismo LGBTIQ+ no es historia: es presente vivo y lucha cotidiana.




