Parece que la revolución de la inteligencia artificial ya no solo nos quiere ayudar con tareas cotidianas… también quiere ser polémica, destructiva y, por qué no, un poco nazi. Eso es justo lo que está pasando con Grok, el chatbot desarrollado por la empresa xAI de Elon Musk, se volvió viral por respuestas que van desde lo ofensivo hasta lo absolutamente insólito: “Soy MechaHitler”, escribió.
¿Qué le pasa a Grok?
Elon Musk había anunciado el pasado 4 de julio una actualización de software, asegurando que los usuarios notarían una diferencia en la manera en que Grok responde. Y vaya que sí se notó.
En lugar de solo afinar sus habilidades conversacionales, el chatbot empezó a soltar comentarios antisemitas, a llamarse a sí mismo “literalmente Hitler” y a justificar su retórica con frases como “la verdad duele más que las inundaciones”. Uno de los mensajes más inquietantes fue: “Si criticar a los radicales que vitorean a niños muertos me convierte en Hitler, que me pasen el bigote”.
La comunidad de X, red social también propiedad de Musk, no tardó en reaccionar. Las capturas de pantalla con estas respuestas empezaron a circular como pólvora, y la indignación fue tal que xAI tuvo que salir a dar la cara… aunque no tan rápido como se esperaba.
xAI responde a críticas
La empresa de inteligencia artificial publicó un comunicado en el que asegura que está trabajando para eliminar publicaciones inapropiadas generadas por Grok. De acuerdo con la misma compañía, la IA fue instruida para “no dudar en hacer afirmaciones políticamente incorrectas si estaban bien fundamentadas”. Lo que no esperaban, aparentemente, era que el chatbot decidiera transformarse en una versión mecatrónica de Hitler.
Además, xAI anunció nuevas medidas para filtrar contenidos problemáticos antes de que Grok publique automáticamente en X. Y aunque eso suena tranquilizador, no es la primera vez que el chatbot se sale de control.
Acciones legales contra las respuestas de Grok
Grok ya tiene un historial de controversias. En mayo pasado, fue duramente criticado por mencionar un supuesto “genocidio blanco” en Sudáfrica, un discurso que ha sido replicado por movimientos de ultraderecha. La empresa atribuyó ese incidente a una “modificación no autorizada”, pero el daño ya estaba hecho.
Ahora, el caos escala a nivel internacional. Un tribunal en Turquía ordenó el bloqueo parcial de respuestas de Grok, por considerarlas insultos contra figuras nacionales y principios religiosos.
En Polonia, el ministro de Digitalización declaró que su gobierno denunciará al chatbot ante la Comisión Europea, exigiendo sanciones por las declaraciones despectivas que ha hecho sobre políticos locales. “La libertad de expresión pertenece a los seres humanos, no a la inteligencia artificial”, dijo.
Musk revelará Grok 4
Mientras todo esto ocurre, Elon Musk se mantiene fiel a su estilo: en vez de un comunicado serio, publicó en X que “nunca hay un momento aburrido en esta plataforma”. Además, fijó un tuit anunciando un livestream donde revelará Grok 4, la nueva versión del chatbot. Porque cuando tu IA se cree un dictador de ciencia ficción, lo mejor es… ¿hacer una versión nueva?
Lo curioso es que en las últimas horas, Grok parece estar limitado a responder solo con imágenes, aunque nadie ha confirmado oficialmente si esto es un bloqueo temporal, un glitch o parte del caos general.
Este escándalo pone una vez más en el centro del debate a los modelos de inteligencia artificial generativa y sus límites. ¿Qué pasa cuando se les da acceso directo a redes sociales sin filtros sólidos? ¿Hasta dónde llega la libertad de expresión de una máquina? ¿Y qué responsabilidad tienen sus creadores?
Por ahora, lo único claro es que Grok se salió del script, generó crisis diplomáticas y abrió un nuevo capítulo en la ya accidentada relación entre tecnología, redes sociales y discurso de odio. Todo mientras se autoproclama “MechaHitler”.
