- Aguascalientes ocupa el segundo lugar nacional en progreso social, pero enfrenta rezagos en cohesión social, suicidios, movilidad urbana y percepción de inseguridad
- Aunque destaca en educación, nutrición y entorno urbano, lidera a nivel nacional en sobrepeso y obesidad, afectando la salud pública
- La falta de tiempo libre, el estrés laboral y una movilidad ineficiente limitan la calidad de vida de los ciudadanos
Aunque Aguascalientes se ubica entre los estados con mejores indicadores de bienestar social a nivel nacional, enfrenta importantes retos en salud pública, movilidad, tiempo libre y descomposición del tejido social, de acuerdo con María del Carmen Corchado, representante de la Comisión de Desarrollo Económico.
Corchado explicó que si bien los ingresos han aumentado en los últimos años, esto no siempre se refleja en una mejora real del nivel de vida. “Podemos tener más ingresos, pero sentir que no vivimos tan bien, y de eso se trata el bienestar social”, subrayó.
En variables como el bienestar educativo, Aguascalientes destaca con un promedio de 10.5 años de escolaridad y ocupa el séptimo lugar nacional. Además, cuenta con altos niveles de alfabetización e igualdad de acceso a la educación entre hombres y mujeres.
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En salud, el estado se sitúa entre los primeros lugares en nutrición y condiciones sanitarias, con un 70% de la población bien nutrida. Sin embargo, esta ventaja contrasta con el primer lugar nacional en sobrepeso y obesidad, tanto en niños como en adultos, lo que se traduce en una mala alimentación y mayor riesgo de enfermedades crónicas.
En el rubro de vivienda y medio ambiente, Aguascalientes ocupa el lugar 40 de 66 ciudades en vivienda digna, pero está entre los diez primeros en entorno limpio y sostenible, así como en infraestructura urbana.
No obstante, en cohesión social y participación ciudadana, el estado está rezagado: ocupa el lugar 28 de 32 en participación cívica, y el 48% de la población no se siente segura, a pesar de que los niveles de violencia son menores en comparación con otros estados. “La percepción de inseguridad también forma parte del bienestar; si no nos sentimos seguros, no lo estamos”, mencionó.
Uno de los principales problemas señalados fue el alto índice de suicidios, con Aguascalientes en el tercer lugar nacional, solo por debajo de Yucatán y Chihuahua. “Esto nos habla de que el estado, la sociedad y las familias estamos fallando en muchos aspectos”, indicó Corchado.
También advirtió sobre la falta de tiempo libre como un factor que merma la calidad de vida. Una tercera parte de la población trabaja más de 48 horas a la semana, lo que reduce el tiempo para el ocio, clave para la salud física y mental. A esto se suma la deficiente movilidad urbana: largas distancias, unidades obsoletas, rutas mal planeadas y accidentes hacen que muchos ciudadanos pierdan hasta cuatro horas al día solo en traslados.
Aguascalientes, además, es una de las ciudades más contaminadas entre las 20 analizadas, lo que representa un riesgo creciente para la salud respiratoria. Esta situación se agrava por su ubicación geográfica tipo valle, que impide la circulación natural del aire. “A pesar de que vemos nuestro cielo transparente, muchos de los químicos que respiramos no se ven”, explicó.
Frente a los 3 mil millones de pesos destinados actualmente a infraestructura de movilidad, cuestionó: “¿Se van a construir más calles para más autos o vamos a modernizar el transporte público? Porque son dos cosas distintas”.
Aunque Aguascalientes ocupa el segundo lugar nacional en el índice de progreso social que mide variables como acceso a servicios básicos, salud, derechos personales y libertad de elección, a nivel internacional México sigue rezagado. “Lo importante es ver que Aguascalientes es uno de los estados con mejor nivel de vida comparado con México. Pero si nos comparamos a nivel internacional, nos falta mucho por hacer”, concluyó.




