Santos Saúl “Canelo” Álvarez Barragán no es solo un nombre en el boxeo; es una leyenda viva, un ícono mexicano que ha llevado su talento, su lucha y su controversia desde las calles de Guadalajara hasta los escenarios más grandes del mundo. A sus 35 años, con un récord de 63-2-2 (39 KOs) y el título de bicampeón indiscutido en peso supermediano, Canelo es mucho más que un campeón: es un símbolo de resiliencia, ambición y reinvención. Esta nota no es un recuento común de golpes y títulos; es un viaje profundo por la vida de un hombre que creció entre paletas, puños y sueños, y que hoy, en agosto de 2025, se prepara para una de las peleas más grandes de su carrera contra Terence Crawford.
Raíces en Jalisco
Nacido el 18 de julio de 1990 en San Agustín, un barrio humilde en las afueras de Guadalajara, Jalisco, Saúl Álvarez era el menor de ocho hermanos, siete de ellos varones y todos boxeadores. Su apodo, “Canelo”, no surgió de una estrategia de marketing, sino de algo tan simple como su cabello rojo y sus pecas, una rareza en México que lo hacía blanco de burlas. Pero Saúl no era de los que se quedaban callados. A los 10 años, ya enfrentaba a los matones del barrio con puños rápidos y un coraje que impresionaba. Su hermano mayor, Rigoberto Álvarez, fue su primer modelo a seguir, un boxeador profesional que lo inspiró a entrar al gimnasio.
A los 13 años, Canelo comenzó a entrenar en el Gimnasio Julián Magdaleno bajo la mirada de José “Chepo” Reynoso y su hijo Eddy Reynoso, quienes se convirtieron en sus entrenadores de por vida. Ahí, en un ambiente de sudor y sacrificio, Saúl pulió un estilo que combinaba fuerza bruta con astucia. Golpes al cuerpo que desgastaban, un contragolpeo quirúrgico y una defensa que aprovechaba su torso robusto. Con un récord amateur de 44-2, donde conquistó el título nacional juvenil en 2005, Canelo estaba listo para el mundo profesional.
El debut y el ascenso meteórico
El 29 de octubre de 2005, con apenas 15 años, Canelo debutó como profesional en Tonalá, Jalisco, noqueando a Abraham González en el cuarto asalto. En un país donde el boxeo es religión, Saúl no tardó en destacar. Entre 2006 y 2008, peleó en arenas locales contra rivales de poca monta, pero su récord de 21-0-1 para 2008 ya lo marcaba como una promesa. En 2009, con solo 19 años, noqueó a seis oponentes consecutivos, incluyendo a Marat Khuzeev por el título latino superwelter de la OMB.
Su primer gran salto llegó en 2010 al vencer a Luciano Cuello por el título Plata superwelter del CMB, un combate que mostró su capacidad para dominar a rivales más experimentados. En 2011, con 20 años, Canelo se coronó campeón mundial al derrotar a Matthew Hatton por decisión unánime, capturando el título superwelter del CMB. Ese momento, en el Honda Center de Anaheim, marcó el inicio de una carrera que cambiaría el boxeo mexicano.
La era de las superestrellas: Mayweather, Golovkin y más
Canelo no se conformó con ser un campeón local. En 2013, enfrentó a Floyd Mayweather Jr., el mejor libra por libra del mundo, en una pelea que, aunque perdió por decisión mayoritaria, le enseñó a manejar la presión mediática y a perfeccionar su estilo. Con 23 años, Canelo mostró destellos de grandeza ante un Mayweather invicto, y esa derrota (su primera profesional) lo impulsó a ser más disciplinado.
Entre 2014 y 2019, Canelo enfrentó a una galería de élite: Erislandy Lara, Miguel Cotto, Amir Khan, Shane Mosley y Gennady Golovkin en una trilogía que definió su carrera. La primera pelea contra GGG en 2017 terminó en un empate controvertido; la segunda, en 2018, fue una victoria por decisión mayoritaria para Canelo, y la tercera, en 2022, lo consolidó como el claro ganador. Estas batallas, llenas de intensidad y drama, mostraron a un Canelo capaz de adaptarse: pasó de ser un contragolpeador a un peleador de presión, con ganchos al hígado que se volvieron su sello.
En 2019, se aventuró al peso semipesado para noquear a Sergey Kovalev y ganar el título OMB, demostrando que podía competir en divisiones superiores. Pero su mayor hazaña llegó en 2021, cuando unificó los títulos de peso supermediano (AMB, CMB, OMB y The Ring) al vencer a Callum Smith, Billy Joe Saunders y Caleb Plant en menos de un año, convirtiéndose en el primer campeón indiscutido de la división en la era de los cuatro cinturones.
Tropiezos y resiliencia: La derrota ante Bivol
No todo ha sido perfecto. En 2022, Canelo sufrió su segunda derrota profesional ante Dmitry Bivol en peso semipesado, una pelea donde su valentía por subir de categoría no fue suficiente contra la velocidad y precisión del ruso. La derrota dolió, pero Canelo respondió con victorias contundentes sobre Golovkin, John Ryder (en su regreso a Guadalajara en 2023), Jermell Charlo y Jaime Munguía. Sin embargo, las críticas no han parado ya que muchos lo acusan de evitar a David Benavidez, el retador obligatorio cuya potencia y juventud lo convierten en una amenaza.
En 2024, Canelo perdió el título FIB de peso supermediano por negarse a enfrentar a William Scull, lo que avivó las acusaciones de “elegir rivales fáciles”. No obstante, en mayo de 2025, recuperó el cinturón al vencer a Scull en Riad, Arabia Saudita, volviendo a ser campeón indiscutido. La pelea, aunque criticada por su bajo volumen de golpes (445 en total, según CompuBox), mostró a un Canelo estratégico, enfocado en la precisión más que en el espectáculo.
2025: La batalla contra Crawford
El 13 de septiembre de 2025, Canelo enfrentará a Terence Crawford en el Allegiant Stadium de Las Vegas, en un evento transmitido por Netflix que promete ser histórico.
Crawford, con un récord de 41-0 (31 KOs), sube desde el peso welter, desafiando la lógica al enfrentar al rey supermediano. Las apuestas favorecen a Canelo (-175 según Tapology), pero expertos como Tim Bradley advierten que la velocidad y el cambio de guardia de Crawford podrían complicarlo. Este combate, respaldado por un contrato multimillonario con Arabia Saudita, podría generar a Canelo entre $40 y $50 millones, acercándolo a una fortuna acumulada de $1,000 millones en su carrera.
Más allá de Crawford, los fans sueñan con un choque contra Benavidez, un rematch con Bivol o incluso peleas contra prospectos como Christian Mbilli o Diego Pacheco. Canelo, fiel a su tradición de pelear en mayo y septiembre, probablemente mantendrá su ritmo en 2026, pero su legado dependerá de si decide enfrentar a los retos más duros o seguir dominando en su zona de confort.
De paletero a magnate
Canelo creció en un entorno modesto, ayudando a su familia a vender paletas en las calles de Juanacatlán, Jalisco. Hoy, con una fortuna de $275 millones (Forbes, 2025), es un empresario consumado. Su imperio incluye Canelo Energy (gasolineras), Canelo Espectáculos, una app de fitness (I Can) y una tienda de ropa online. Sus patrocinios con Hennessy, Roger Dubuis y, desde mayo de 2025, 1win, lo han convertido en uno de los deportistas mejor pagados del mundo. Su pelea contra Golovkin en 2022 le dejó $45 millones, y su acuerdo con Arabia Saudita (cuatro peleas por $400 millones) asegura su futuro financiero.
Casado con Fernanda Gómez desde 2021, Canelo es padre de cinco hijos: Emily, Mía, María Fernanda, Saúl Adiel y Romina. Devoto católico, lleva su fe en la piel con tatuajes como el de la Virgen de Guadalupe. Su regreso a Guadalajara en 2023 para pelear ante 50,000 fans fue un gesto de gratitud a su tierra, y su apoyo a causas sociales, como donaciones a niños con cáncer, lo mantiene conectado con su pueblo.
El precio de la fama
Canelo no ha estado exento de polémica. En 2018, dio positivo por clembuterol, lo que llevó a una suspensión de seis meses y a la cancelación de su revancha con Golovkin. Aunque él atribuyó el dopaje a carne contaminada, la mancha persiste en su historial. Su salida de Golden Boy Promotions en 2020 y sus roces con promotores como Oscar De La Hoya han alimentado titulares. Además, su negativa a pelear con Benavidez y su elección de rivales como Edgar Berlanga o William Scull han generado críticas de quienes quieren verlo contra los mejores.
Sin embargo, Canelo responde con hechos. Su disciplina, su capacidad para aprender de las derrotas y su conexión con los fans mexicanos lo mantienen en la cima. En México, donde el boxeo es parte del alma nacional, Canelo es un héroe, el sucesor de leyendas como Julio César Chávez y Juan Manuel Márquez.
Estadísticas y legado
Con 63 victorias, 2 derrotas y 2 empates, Canelo ha ganado títulos en cuatro divisiones (superwelter, mediano, supermediano y semipesado). Es el primer mexicano en ser campeón indiscutido y el único en lograrlo dos veces en supermediano. Según BoxRec, ha generado más de 20 millones de compras en PPV, y sus peleas han llenado estadios desde Las Vegas hasta Guadalajara. Su valor de mercado como atleta es incalculable, no solo por sus ingresos, sino por su impacto cultural.
El futuro
La pelea contra Crawford es el próximo capítulo, pero el futuro está lleno de posibilidades. ¿Aceptará el reto de Benavidez? ¿Buscará vengarse de Bivol? ¿O seguirá consolidando su reinado en supermediano? A sus 35 años, Canelo aún tiene gasolina para varios rounds más, y su legado como uno de los mejores boxeadores de la historia ya está asegurado.
