C’est fini
Entre un minuto de aplausos -con excepción de las ministras Lenia Batres y Loretta Ortiz, que no se tomaron la molestia de mover las manos y con gesto desalineado lo dijeron todo- concluyeron los trabajos del actual Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Se cierra así una etapa de poco más de treinta años en la justicia mexicana.
Sin echar atrás la elección judicial, las ministras y ministros desestimaron los recursos de inconformidad sobre el proceso electoral de personas juzgadoras, argumentando no tener atribuciones para pronunciarse sobre procedimientos previos a la etapa electoral. En consecuencia, dieron la razón al INE para validar los comicios del primer domingo de junio.
En su discurso, la ministra Norma Lucía Piña Hernández aludió a los avances y retos en la impartición de justicia, recalcando que “ahora le tocará a la historia juzgar a quienes ellos han juzgado”, frase que puede leerse como una crítica diplomática a la última reforma judicial. El Pleno celebrará una última sesión solemne para presentar informes de la ministra presidenta y de los titulares de la Primera y Segunda Sala, antes de dar paso a los nuevos ministros que rendirán protesta ante el Senado de la República.
Vale recordar que la sala de pleno estaba abarrotada de personal que en su momento salió a las calles para manifestarse contra una reforma presentada por el oficialismo nacional como la supuesta vía para “democratizar” al Poder Judicial y acabar con la corrupción. Así, el 1 de septiembre iniciará un nuevo capítulo cuya eficacia solo el tiempo podrá medir. Mientras tanto, el presidente entrante de la SCJN, Hugo Aguilar Ortiz, debate por qué no usará toga en las sesiones, mientras millones de mexicanos esperan saber si en realidad habrá un poder judicial autónomo.
Inconformes
Los integrantes del colectivo Salvemos La Pona volvieron a exigir transparencia en las negociaciones sobre las hectáreas en disputa. Ante la noticia de que ya se cuentan con los resultados del avalúo de los terrenos privados, pero que no serán públicos, la representante Sofía González Ponce demandó que se abra el diálogo. No descartan acudir al Miércoles Ciudadano para presionar.
El movimiento insiste en que solo quieren conocer el costo de los predios, pero el ocultar la información alimenta sospechas de vicios en las mesas de negociación entre autoridades y propietarios. Como en tantas colonias del oriente de la ciudad, la ciudadanía recibe todo “a cuentagotas”: no agua, sino información.
Echaron la casa por la ventana
En San Francisco de los Romo, los problemas son evidentes: casas abandonadas convertidas en centros de vicio, crecimiento del narcomenudeo y calles en mal estado. Pero, en lugar de atenderlos, los recursos se destinarán a los festejos de la Feria de San Francisco de Asís 2025, del 25 de septiembre al 5 de octubre. Con artistas reconocidos en el programa del Teatro del Pueblo, la fiesta promete brillo… mientras las calles siguen a oscuras.
Mala suerte
Por más que los representantes populares quieran presumir méritos, la realidad no siempre los acompaña. La senadora Nora Ruvalcaba destacó, en la glosa de su primer informe, que junto con su bancada trabaja en rescatar el transporte ferroviario. Pero la fortuna le jugó una mala pasada: ese mismo día se descarriló el Tren Maya en la ruta Cancún-Mérida. Aunque no hubo lesionados, el contraste fue épico: lo que el oficialismo nacional presume como logro, la realidad lo desmiente en los rieles.
Nos costó caro
La Sala Monterrey del TEPJF resolvió ayer las 17 impugnaciones de candidaturas locales a personas juzgadoras. Todas buscaban revertir lo resuelto por el Tribunal Electoral local, que había bajado candidaturas con más votos pero sin cumplir requisitos. La conclusión: los Comités de Evaluación locales nos salieron muy caros. Sin pena ni gloria, esos órganos testimoniales dejaron un desastre, pero pueden presumir que el tribunal federal terminó validando su actuación.
Por votación de 2 a 1, los magistrados revocaron las resoluciones del TEEA y devolvieron la victoria a quienes originalmente el IEE había declarado electos: Claudio Azul Bañuelos Jurado, Stephanie del Carmen Estrada Mejía, Diana Montserrat Martínez Ramos, Guillermo Leonardo Hernández Reyes, Guillermo Medina Monroy, Sandra Ivonne Galindo Delgadillo, Rogelio Eduardo Fernández Ramírez, René Jonathan Hernández Gaytán, Hugo Abraham Osorio Cháirez, Felipe de Jesús Chávez Gutiérrez, Luis Daniel García Zepeda, Martha Montoya Padilla, Jorge Alberto Aguirre García, César Cisneros Ibarra y Andy Nancy Sánchez Navarro. Solo es cuestión de horas para que reciban su constancia de mayoría.
El argumento
El argumento central de los magistrados federales fue que el Tribunal Electoral local no tiene atribuciones para juzgar requisitos de elegibilidad de las personas juzgadoras: eso correspondía a los Comités de Evaluación, que se la pasaron en día de campo. El TEPJF validó así los vicios de origen del proceso.
Lo que sigue
Con estas resoluciones, el siguiente paso es entregar las constancias de mayoría para que el Poder Legislativo pueda citarlos a rendir protesta el 29 de agosto.
¿De veras, de veras, de veras era la voz de las y los estudiantes?
Desde hace algunos días, estudiantes de la Licenciatura en Historia de la UAA se han manifestado para exigir que un profesor no les imparta clases, bajo el argumento de que dicho catedrático carece de las credenciales para impartir las asignaturas, además de estar involucrado, en palabras de las y los propios estudiantes que se manifiestan, en presuntos actos de acoso, a pesar de que no existe una denuncia de esa naturaleza en las instancias universitarias correspondientes, como la Defensoría Universitaria, lo que sugiere más una acusación -grave, además- hecha al aire por las y los estudiantes de Historia.
El día de ayer nos referimos a estos hechos en esta columna; sin embargo, Yesenia Pinzón, rectora de la máxima casa de estudios del estado, se refirió a lo ocurrido hasta ahora y señaló que en este momento el catedrático en cuestión no tiene asignado grupo alguno en la institución. Dicho de otro modo, las y los estudiantes se manifiestan por algo que, al menos en este semestre, aún no ocurre o no está sucediendo, simplemente porque el catedrático al que rechazan no les está dando clase. Así de sencillo.
Este escenario pone en evidente tela de juicio la manifestación de las y los estudiantes de Historia, más allá de que el reclamo pudiera buscar que el catedrático deje de formar parte de la UAA. En este momento, dicho catedrático participa en un proceso de pronumerariedad, de ahí que su posible remoción no pueda tener lugar hasta que dicho proceso llegue a su fin y las evaluaciones correspondientes así lo determinen. Finalmente, lo que llama la atención son las acusaciones de las y los estudiantes, al punto de que hacen cuestionarnos si en verdad son ellas y ellos quienes manifiestan sus inconformidades o más bien son meros instrumentos de alguien más: ¿por qué se manifiestan o se van a huelga si el docente al que califican como mal maestro ya no les está dando clase?, ¿cuál es la razón para mantener la huelga si su petición o exigencia, al menos por ahora, ya fue cumplida? Indudablemente, la sociedad tiene altas expectativas de quienes se forman en disciplinas como la Historia, en el sentido de que se espera de ellos un alto sentido crítico. Sería muy lamentable que estas jóvenes promesas de la disciplina sean reducidas a meros instrumentos de grilla y política universitaria en la antesala al próximo proceso de elección de rectora o rector. Ya nos lo dirá el diario latir de lo cotidiano.




