- Durante la Mañanera, el director general del IMSS, Zoé Robledo, habló sobre la polémica en torno a la nueva unidad de hemodiálisis en Aguascalientes
- El llamado del comité a las autoridades se mantiene: “Que dejen de jugar con nuestra salud”
Durante la Mañanera, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, habló sobre la polémica en torno a la nueva unidad de hemodiálisis en Aguascalientes, asegurando que no se trata de una clínica móvil ni operada por un prestador privado, sino de una instalación que será administrada directamente por el Instituto.
El funcionario añadió que el IMSS ha trabajado en recuperar el control del servicio: “Hemos estado recuperando, nacionalizando si se puede decir así, todo ese servicio de hemodiálisis… Primero porque hay diferentes tipos de calidad entre los prestadores privados, y segundo porque cada vez que se cambiaba el proveedor, el paciente también tenía que cambiar”.
Recalcó que la unidad en Aguascalientes “va a ser operada por el IMSS, a diferencia de lo que ocurre hoy en Aguascalientes, que es operada por un prestador de servicios privados, que desde luego debe de estar preocupado porque terminará su contrato”.
Sobre la calidad del nuevo espacio, el director aseguró que las instalaciones contarán con los permisos necesarios. “Todas estas instalaciones tienen licencia por Cofepris, se han hecho con materiales innovadores de construcción, con absolutamente todas las NOMs mexicanas. Contemplan máquinas de última generación, disponibilidad 24 horas al día, consultorios de nefrología, áreas de estabilización, aislamientos sanitarios y estacionamiento”.
Además, aseguró que no será una clínica móvil. “No son unidades móviles, trailers, containers. Se ha dicho absolutamente de todo. Estamos muy definidos en recuperar la atención directa por parte del Seguro Social”.
Sin embargo, el Comité de Pacientes Renales de Aguascalientes mantiene su rechazo al cambio de unidad. Isaida Guido, presidenta del comité, afirmó: “Nuestra postura es la misma: nosotros no nos vamos a cambiar de clínica. Seguimos en la lucha, seguimos buscando los medios para que se hagan valer nuestros derechos como derechohabientes. Nuestros patrones, nosotros mismos ya en su momento pagamos nuestras cuotas, por lo tanto, nosotros decidimos qué es lo que se hace con el dinero que ya se aportó”.
La representante rechazó también las declaraciones de Robledo, quien aseguró que la preocupación por el cambio viene de las clínicas privadas. “Que me diga quién de la clínica ha comentado esto. Incluso nosotros como pacientes somos los que estamos buscando apoyo de la sociedad, de los rotarios, incluso poniendo nuestro botecito en cada clínica. Los pacientitos cooperaron entre todos, porque de verdad somos los únicos que sabemos lo que se vive”, afirmó.
Isaida también refutó la mención de que la unidad operará con 97 máquinas de hemodiálisis. “Siempre se ha manejado que son 94. Y además, menciona la cantidad de máquinas, pero no la de pacientes. No se necesita ser un especialista en matemáticas para hacer una simple división y ver que no dan los tiempos”.
Además, Robledo señaló que la unidad tendría disponibilidad las 24 horas del día. No obstante, Isaida consideró que esta medida representa una afectación para los pacientes, especialmente los que viven en municipios lejanos: “Aguascalientes es uno de los estados con mayor índice en insuficiencia renal, y no solamente en la capital, sino en todos los municipios cercanos. Imagínate un paciente que venga de un municipio más lejano y le toque cita a las tres de la mañana, ¿su familiar cómo lo acompaña?”.
Otro de los puntos que generó inquietud fue el carácter “desmontable” del edificio. “En la licitación está explícitamente colocado que son unidades móviles. El documento está ahí, público, y cualquier persona lo puede verificar. Entonces no entiendo a qué se refiere cuando dice que no son móviles”.
La presidenta del comité también criticó la falta de inclusión de pacientes en el proceso de evaluación. “Si ese testigo que ellos presumen fuera realmente representativo debería de ser, por lo menos, un paciente y un cuidador. Pero nunca dicen quién es ese testigo, ni si tiene alguna enfermedad”.
El llamado del comité a las autoridades se mantiene: “Que dejen de jugar con nuestra salud, no somos un objeto que se pueda utilizar para comprobar algo. Si presumen de transparencia, que lo demuestren incluyendo a quienes realmente viven esta enfermedad”.
Finalmente, Isaida hizo un llamado a la sociedad. “Esto no es un berrinche de los pacientes ni un pleito con las clínicas. Es una cuestión de salud pública y de derechos. Sólo quien vive esta enfermedad sabe el riesgo que corremos, no sólo nosotros, sino todos los que vienen”.




